La Princesa Del Sur #1© [Borrador]

Capítulo 12.

Hola, hola, ¿Cómo están?

Les traigo un capítulo un poco largo por lo tanto me costó un poco escribirlo así que, espero que les guste mucho igual que a mí.

Me gustaría darles un pequeño spoiler pero no será posible, lo único que puedo decir es que cambiarán un poco las cosas para Alice.

Además, recuerden las fechas de cada capítulo pues serán pieza clave más adelante.

Sin más que acotar, perdonen la interrupción y continúen la lectura.

                                ••••

                         7 de Julio.

Alice.

Observo mi apariencia en el espejo lista para ir a Innsmouth y sonrío satisfecha con mi eleccion.

Salgo del dormitorio al cabo de unos minutos, bajo las escaleras despacio. Estoy nerviosa por la reunión de hoy, mi padre me informó que Magnus fue quien solicitó nuestra presencia, así que no es algo alentador.

Ayer con mi padre fuimos a Slora en último momento porque llegó un aviso de los guardias de los mismos avistamientos que ocurrieron cuando yo estuve ahí hace dos días. Está vez si pudieron atraparlos y quedé atónita al darme cuenta que esos hombres provenían de Skyeen, los arrestaron y terminaron en los calabozos del palacio Windsor.

Se les interrogó pero ninguno dijo nada, permanecieron en silencio en todo momento mostrando su lealtad para con su rey. Papá está algo frustrado por ese suceso mientras que yo tengo muchas más dudas, sé que prometí no volver a buscar respuestas pero no puedo.

Las acciones de mi padre confirman mis sospechas de algo escondido pero no quiere que sepamos pues mamá tampoco sabe nada y ella a veces me cuenta todo.

Innsmouth nos recibe. Grimfell es nuestro destino, el palacio se lleva toda mi atención y la de mi padre quien está a mi lado con expresión seria.

—¿Te sientes bien, papá?—pregunto con preocupación.

—Sí, estoy mejor que nunca.—finge una sonrisa.

Bajamos del carruaje y es Miles quien nos recibe muy animado como cada vez que lo veo. Luce un conjunto negro con detalles azules y se me hace un poco extraño que no lleve capa pues es su prenda característica.

—Bienvenidos a mi humilde hogar.—se acerca.

—Hola, Miles.—saluda papá cuando este lo envuelve en un fuerte abrazo.—Ya puedes soltarme.

Lo suelta y papá respira, se hacía el asfixiado.

—Alice, es un gusto volver a verte.—toma mi mano derecha dejando un beso en ella, ya se volvió costumbre en él.

—El gusto es mío, Miles, debo admitir que extrañé tu agradable presencia.—suelto con sinceridad.

Sonríe con coquetería.

—Te ves deslumbrante como siempre.

—Gracias, usted también no deja de sorprender.