Capítulo 31.

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El áspero papel en mis manos temblorosas se ha llevado toda mi atención, cada una de esas inesperadas palabras me ha dejado en completa confusión.

No creía que alguien como Magnus Skragen que es un hombre completamente diferente a los que he conocido: tan cruel, tan ambicioso que sobrepasa todo lo bueno de este mundo, pudiese escribir esas palabras que de alguna manera me hicieron sonreír cuando toda la vida me enseñaron a odiarlo. 

Vuelvo a releerla y las sensaciones crecen cada que mis ojos trazan las líneas. 

Azul. 

El azul de sus ojos al observarlos transmite mucho más que tranquilidad, es poder. 

El poder y fuerza en su mirada es admirable, imponente. 

Cada que cierro los ojos bajo la luna, lo único que puedo observar son sus ojos. Es muy difícil de olvidar, si me permite confesar, señorita. Cada quee estamos cerca, usted es la única que miro, porque sí, señorta Windsor; la he mirado en cada baile, cada cena y reunión, cada que estamos cerca pero a la vez lejos. No se ha dado cuenta de ello porque soy tan cauteloso que nadie se percata de mis acciones. La proxima vez que nos veamos, ¿Me permitiría tener una grata conversación con usted? Sin peleas y sin amenazas pero, sobretodo, sin bofetearme porque podría estropear este hermoso rostro creado por los dioses. 

Fuera de bromas, ¿Me permite conocer cada detalle de usted? Esperaré su respuesta, señorita. 

Magnus Skragen, Rey y Protector del Norte. 

Alzo la vista hacia mi tocador, observo el reflejo que se mantiene sonriente y elimino la sonrisa junto al brillo de mis ojos al percatarme de que esto no está nada bien. No puedo permitirle enviarme notas como ésta, no es correcto. 

Entrecierro los ojos cuando veo unas letras pequeñas al final de la hoja. Es un poco complicado de leer pero hago el intento por la curiosidad que me abarca. 

Mañana, al atardecer, estaré esperándola en el bosque, cerca del jardín floral. Espero que no me deje plantado, señorita, porque estoy arriesgando todo por solo verla unos minutos. 

¿Mañana? Pero si la carta fue entregada ayer, eso quiere decir... ¡Hoy! ¡Quiere verme hoy! 

Me levanto de la cama, incrédula. Camino de un lado a otro sin saber que hacer. Leí esa carta más de tres veces y no noté esas pequeñas líneas pero, en mi defensa, es su culpa por escribir en miniatura. Observo el vestido que llevo puesto y definitivamente no saldré con esto, espera Alice. 

¿En serio pensaba salir al encuentro con ese hombre? 

Absolutamente no. 

Pero, ¿Qué es esta necesidad creciente de verlo? ¿Tendrá de urgencia que contarme? ¿Qué será?

¿Por qué estoy tan ansiosa? Ni que quisiera ir a ver a Magnus Skragen. ¡Por favor! Es Magnus, MAGNUS.

Vuelvo a pensarlo por segunda vez. El escalofrío me recorre al igual que los nervios. Camino a pasos apresurados al armario, busco el vestido adecuado: nada llamativo pero colorido. Entre tantos vestidos, no encuentro uno que se ajuste a lo que necesito.

Salgo del armario, derrotada. Pienso por tercera vez si el vestido que llevo puesto es adecuado, y, después de tantas vueltas, decido quedarme con él. Camino por el pasillo con las manos detrás de mi espalda, intentando mantener la calma, bajo los escalones con calma como si internamente no tuviera miedo.

En estos momentos, siento miedo de lo que pueda ocurrir en presencia de Magnus pues no confío en él.

Me dirijo rápidamente hacia los establos; busco a Arax y subo a su lomo. El viendo vuela mi cabello con fuerza cada que nos alejamos a una gran velocidad. Los jardines florales se ubican entre Slora y el bosque lo que significa que no es muy lejos, aún estaría en mi territorio.

La Princesa Del Sur #1© [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora