Capítulo 35.

112 39 1
                                    

Las oscuras irís del heredero Stark no se apartan de mi mientras que nuestros padres conversan a nuestro lado, liderando la reunión donde el rey de norte no ha mencionado palabra alguna, ha estado tan callado que es extraño su comportamiento.

Me mantengo indiferente incluso con Owen que busca alguna expresión en mi rostro pero sé que no la encontrará. Mi humor se ha ido por la forma en la que los oficiales comparten palabras llenas de desprecio a las mujeres y nadie hace nada para callarlos, escucho una y otra vez: una mujer no puede gobernar, una mujer solo sirve para ser usada, una mujer solo es un objeto de placer, una mujer no puede pelear junto a un ejercicio.

Prohíbo a mis palabras salir porque sé lo ofensivas que pueden ser y mi lugar como heredera es importante...Alzo la vista al militar Crankano que desprestigia todo lo que he hecho por intentar reconstruir un pueblo dañado y la furia se apodera de mi.

—¿Cree usted que mi hija no tiene las agallas para gobernar?—inquiere mi padre, molesto.

Todos en la habitación se quedan en silencio. Miro a Magnus que tiene expresión de burla y solo aumenta mi enojo.

¿Tendré buena puntería para lanzarle  bolígrafo?

—Sí—afirma—, perdóneme si le ofende pero no me parece correcto que la nación quede en manos de una niña caprichosa que lo destruirá todo porque no tiene idea de cómo gobernar.

—Quizá no tenga el conocimiento requerido para gobernar, así como usted dice—levanto un poco la voz para ser escuchada—pero conozco cada una de mis capacidades, he crecido viendo a mi padre, aprendiendo de él cómo hacerlo. Aún no soy reina ni pronto lo seré pero estoy segura de que cuando llegue mi momento, su cabeza estará adornando la plaza.

Se endereza por la amenaza. Lorient me regaña con la mirada y padre suspira, Magnus cambió su expresión a sorpresiva y Owen sonríe orgulloso al igual que Tyrus.

—Eso diría una usurpadora—continua. Sonrío con ironía pues sé lo que hizo para llegar hasta donde está—. Una asesina que no le importa acabar con el mundo entero, incluso con su propia familia para llegar al trono.

Sus palabras hacen estruendo dentro de mi pero mantengo la calma, mostrándome tranquila ante esta situación. En cambio, mi padre está rojo de la furia pero Lorient sujeta su brazo, negando con la mirada para que no cometa una locura.

—Lo dice el hombre que asesinó a su propio hermano solo para obtener el puesto de comandante militar del ejército—una sonrisa ladeada se forma en mis labios—. La moral se le ha caído, Lord. Loras.

La tensión crece al igual que su furia. No quería decirlo pero ya me cansaba sus alegatos y desprecios cada que acompañaba a mi padre a cada reunión en Cranktown. He escuchado mucho sobre cada uno de los abanderados que forman parte de ese ejército y por las atrocidades que ha cometido, merece ser desterrado. 

Y no, no es de mi incumbencia pero no me quedaría cruzado sabiendo lo que hace cada que está cerca de una mujer o una niña, a cada hombre que ha asesinado sin razón alguna; solo por diversión y su señor confía tanto en él que le cree todo pero nadie es superior a mi padre en el sur y él es el que tiene el último voto a su aliado. 

—¿Es cierto, Loras?—pregunta Everett, consternado.

El hombre balbucea, alzo una ceja en forma de burla y no le queda más remedio que confesarle a su Lord su crímen. 

—Terminaremos con esto en el palacio—determina. 

Sonrío victoriosa porque sé que terminará despedido aunque siento un poco de culpa por haber actuado de tal manera pero pasará, igual es poco para lo que se merece. La junta continua peor a como estaba, el hombre me mira mal, Tyrus me enoja al igual que Magnus pero no aparto mis ojos de los suyos aunque pares de ellos nos miren extrañados. Elijah comparte miradas con mi padre y este se endereza. 

La Princesa Del Sur #1© [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora