Capítulo 18.

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Han pasado dos días desde la última vez que fui a Slora ya que he tenido que organizar las cosas que llevaré allá e igual a Reebwall, incluso los hombres que serán asignados para cuidar el lugar.

Veo mi reflejo en el espejo satisfecha por mi elección de hoy, dejé el color negro porque a Theo no le gustaría verme con un color tan apagado. El vestido que escogí hoy es de color azúl, el escote en forma de corazón y sin mangas queda muy bien sobre mi pecho, lo que más me gusta son los brillos que lo decoran desde el pecho hasta un poco más abajo del inicio de la falda. En mis hombros coloqué una capa transparente del mismo color que se ve delicada. Añadí dos anillos plateados que sentí quedarían bien con el color y no me equivoqué.

El día de hoy asistiremos a una reunión en Cullffield. Robert envío la invitación ayer al mediodía y papá sin pensarlo dos veces, aceptó. Le dije que se quedara en casa porque yo puedo ir sola pero como es terco, decidió ir conmigo para que no estuviera sola aunque igual iría por si solo.

Salgo del dormitorio bajando las escaleras para esperar a mi padre y a Lorient pero cuando llego a la entrada, ya estan ahí. Caminamos hasta el carruaje que abordamos, el consejero real se sienta frente a nosotros intentando sacarle conversación a papá que se encuentra serio.

El unico rey que sabe que mi padre aún se mantiene con vida, es Robert y no sabemos a quién mas invitó a esta dichosa reunión por eso papá esta así, tenso. Teme que cierto rey sin corazón este allí sabiendo las atrocidades que hizo pero ese dia en su palacio demostró que no le pesaba en lo más mínimo.

Los árboles frutales avisan que no falta mucho para llegar mientras yo disfruto la vista escuchando la conversación de mi padre y su consejero.

—¿Cree que hay una posibilidad de que Robert haya invitado a Magnus?—pregunta Lorient.

—Sí—asiente—pero no estoy seguro de poder mantener la compostura frente a él.

—Tiene qué, majestad.—dice—No nos beneficia el provocarlo más, ya de por sí, la enemistad que creció entre el norte y el sur ha provocado muertes pequeñas, imagine si se forma una guerra.

—¿Una guerra entre naciones?—cuestiona—De ninguna manera, Lorient.

—Es una posibilidad que debe pensar, majestad.—se pone pensativo—Si ya la princesa tiene un temperamento para nada agradable y en las pocas veces que se le ha visto cruzando palabras con Magnus sería para amenazarlo, cosa que provocaría más ira en él.

A la mención de mi nombre desvío la vista de la ventana hacia él con molestia. O sea, si amenacé a Magnus e incluso lo golpeé pero no creo que sea motivo para una guerra tan grande.

—Lo que yo le haya dicho a ese hombre es irrelevante para él pues dice no importarle las palabras de una malcriada.—refuto.

—De igual manera debe cuidar su vocabulario, princesa.

Resoplo volteando hacia la ventana, ignorandolo.

Ahora lo que diga no tiene efecto en mi pues he conseguido la manera de encontrar respuestas a mis interrogantes y pondré el plan en marcha hoy después de la reunión, iré a Slora y luego a Reebwall dónde estará mi objetivo.

Ayer le escribí una nota a Miles pidiendo vernos porque extrañaba su compañía cuando la verdad es falso, falta no me hace. Recibí su respuesta a las tres horas dónde aceptó gustoso mi propuesta porque también le dije que diéramos un paseo para entrar más en confianza.

No quiero hacerle esto a él pero es la única manera, debo encontrar el motivo del porqué ir a Slora encapuchados y además, mentir vilmente.

El palacio de los Stark aparece en mi vista y es poco alentador por las sensaciones que me recorren. Con ayuda de uno de sus guardias bajo del carruaje y lo primero que veo es al consejero de Robert.

La Princesa Del Sur #1© [Borrador]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora