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𝐄𝐘𝐄 𝐓𝐎 𝐄𝐘𝐄

—Laena murió — escucho días después cuando pasaba por la habitación del rey, la reina se lo estaba informando.

Laena había muerto, la esposa de su padre, la mujer le caia bastante bien a diferencia de sus hermanas por alguna razón. Aunque sentía que Laena pudo aspirar a mucho más que solo estar casada con su padre, era jinete del dragón más grande del mundo, ¿Porque no conquistaba el mundo ?, se preguntaba así misma cada vez que ella venia con su padre.

Pocos días después mientras preparaban las cosas para el viaje a Driftmark se dio la noticia de la muerte de la mano del rey, tuvieron que llamar a Otto de urgencia para sustituir a la mano del rey que había fallecido.

Irían al funeral que sería dado en Driftmark, otro lugar muy cerca al mar, nunca había puesto ni un solo pie en aquel lugar. Corlys le agradaba veía la ambición en el pero Rhaenys no le terminaba de gustar había escuchado miles de veces cuando ella venía a visitar a su hijo como ella se refería a ella.

"Vanessa cada dia es mas hermosa, pero Baela cada dia demuestra que la va a sobrepasar"

"Baela es mucho mas hermosa que esa niña"

" Finalmente se convertirá en un cactus, la belleza sólo la tendrá de joven"

Nunca se lo había dicho frente a ella, siempre en sus espaldas, ella tenía un gran desagrado a la reina que nunca fue y sabía que sólo era una frustrada más en el reino.Tambien mostraba rechazo a sus "nietos" por parte de Rhaenyra.

— ¿Estás lista cielo? — preguntó Alicent mientras entraba a la habitacion de Vanessa.

Siempre estaba lista, Alicent se puso detrás de la niña colocando sus manos en sus hombros. Por un momento se vio a sí misma cuando su padre le decía que se arreglara para el rey, Vanessa no era tan distinta a ella, tenía el cabello castaño y cada año parecía que este se oscurecía más aunque la reina casi lo tenia de un castaño rojizo.

Lo que daría la reina porque Vanessa se hubiera casado con uno de sus hijos, era la representación de todo lo que quería para ellos, pero Rhaenyra la había casado con su bastardo, "Mi dulce niña, condenada y humillada", le decía en sus caminatas a Criston Cole cuando veían a Vanessa pasar.

Todos subieron a un barco, los dragones de cada uno de los que poseían volaban sobre ellos. Otto miraba a la princesa que conversaba con su nieto Aemond, ambos miraban el mar mientras sostenían con sus manos la madera que los separaba de caer.

—Esa niña tiene un gran futuro — dijo Otto mirándola — Es civilizada, no como su padre— se dirigía a su hija Alicent

—Padre, lo se, es un lamentable hecho que no se hubiera comprometido con Aegon — hablo ella

—Es tu culpa aquello Alicent, tu eres la esposa del rey — hablo su padre —Pudiste haber arreglado un matrimonio entre ambos no como el que hiciste con Helaena —

Alicent no pronunció palabra alguna, Otto abandono a su hija mientras caminaban en dirección a los dos niños, logró escuchar como Vanessa hablaba de filosofía y política, aquello le había sorprendido, la niña sabía de que hablaba, supo entonces que aquella niña que estaba frente a sus ojos conocía más de política incluso que la propia reina.

—Aemond— hablo para que se retire, su nieto asintió y fue donde su madre—Vanessa ¿verdad?— preguntó el siendo amable.

No por gusto, por estrategia.

—Un gusto lord mano— Vanessa hizo un saludo correcto y formal —Es un gusto tenerlo de vuelta, muchos dicen que con usted el reino marchaba mejor —

De Fuego y Cenizas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora