De Fuego y Cenizas

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𝐏𝐑𝐎𝐌𝐄𝐒𝐀 𝐃𝐄 𝐂𝐄𝐍𝐈𝐙𝐀

Cuando Ser Criston se llevo a Baela, habian terminado los guardias de limpiar el suelo y solo quedaron Vanessa y Helaena. Helaena sonrió ligeramente a su prima, Vanessa sonrió mientras limpiaba con el dorso de su mano cuidadosamente las lagrimas que habia derramado, lagrimas falsas.Vanessa se apresuró a terminar de hornear los pastelitos. Mientras el aroma dulce llenaba la cocina,luego dio instrucciones precisas para que sus sirvientes guardaran rápidamente todos los utensilios . Sabía que no podía perder tiempo.Helaena fue llamada ya que su abuelo solicitaba su presencia.

Mientras los sirvientes se apresuraban, Vanessa dejó en claro sus intenciones de que  visitaría el orfanato del pueblo. Era una jugada inteligente, consciente de que Baela, herida en su orgullo, probablemente buscaría consuelo en la Reina Alicent, quien, por lealtad a Vanessa, probablemente daría la razón a la joven, Vanessa era para Alicent un angel incapaz de lastimar a alguien, nada mas lejos de la relidad.

Vanessa había calculado sus movimientos con precisión. No quería dar a su padre, Daemon, la oportunidad de convocarla antes de que ella pudiera hacer su visita al orfanato. Su estrategia estaba en marcha, y estaba decidida a mantenerse un paso adelante en este juego.

Finalmente Vanessa fue hasta las puertas de la Fortaleza Roja donde la esperaba un carruaje, la comida ya había sido empacada.Ser Criston extendió su mano con suavidad hacia Vanessa, ofreciéndole ayuda para subir a la carrosa. Su gesto fue un modelo de delicadeza, como si temiera que su mano pudiera romper la fragilidad de la joven. Vanessa aceptó su mano con gracia y elegancia, dejando que él la ayudara a ascender al carruaje real.
La caballerosidad de Ser Criston no pasó desapercibida para Vanessa. Había algo en su mirada y en su gesto que trascendía el simple deber de un guardia. En esos instantes, parecía cautivado por la belleza y la educación de Vanessa, como si su presencia le hubiera arrebatado la compostura habitual de un soldado.

Vanessa se acomodó en el carruaje, agradeciéndole a Ser Criston con una sonrisa cálida antes de que él cerrara la puerta. El carruaje comenzó a moverse.
La carrosa real avanzaba por las calles de la ciudad, y Vanessa observaba con atención el variado panorama que se desplegaba ante ella. El olor agridulce y penetrante de la ciudad llegaba hasta su nariz, una mezcla de pescado, humo y otros olores menos agradables. Algunas calles estaban bien cuidadas, con edificios medianamente estables que reflejaban las riqueza de sus habitantes, mientras que otras mostraban signos de decadencia y pobreza.
En su recorrido, Vanessa no pudo evitar ver peleas entre ciudadanos en las calles, algunos discutiendo por cuestiones triviales, otros por razones más serias. Prostitutas, con miradas cansadas y tristes, esperaban a los transeúntes en las puertas de casas de placer, buscando desesperadamente una forma de sobrevivir.A medida que avanzaban, la carrosa pasó frente a tiendas y puestos de mercado, donde vendedores gritaban sus ofertas y los compradores regateaban por los precios. Desde nobles elegantemente vestidos hasta campesinos desaliñados que luchaban por ganarse la vida.Finalmente, el carruaje llegó a las puertas del orfanato. Vanessa descendió de la carrosa.

Fue detenida por la mano firme y cálida de Ser Criston.

Con un tono amable pero decidido hablo— Princesa, podríamos ensuciar su hermoso vestido si entra así. Sería mejor si limpiáramos primero—

Vanessa, sin embargo, sonrió ante la sugerencia y respondió —Oh, no se preocupe, Ser Criston. Es solo un vestido, y tengo muchos más en el guardarropa— Sin más dudas.

La entrada al orfanato no era precisamente un camino de rosas. Un charco de desechos en la calle cercana había hecho estragos en su vestido, dejando marcas evidentes en la falda. Pero Vanessa, con su elegancia inquebrantable, pareció no darle importancia. Aunque por dentro sabía que aquel vestido nunca volvería a ver la luz del día ya que no pensaba usarlo nuevamente aunque fuera lavado, no permitió que eso afectara su compostura.