Capítulo 64: La enemiga de mi enemiga

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Desde que la Muelona se habia enterado que Aleyda había vuelto a la dimensión de esta Colombia paralela, estaba buscando la ocasión de abalanzársele encima, ya que quería reclamar aquella presa que desde hacia tiempo había estado intentando devorar y no había podido, y es que si habían habido dos presas difíciles de atrapar para un depredador mitológico como ella, habían sido Mirabel y Aleyda, por lo cual la Muelona, queriendo descansar un poco de que le estuvieran rompiendo los dientes en el Encanto, queria intentar atrapar a la bruja una vez mas, pero admitamoslo, cuando Aleyda era una niña, para la Muelona hubiese sido pan comido atraparla (Despues de todo, recordemos que además de ir por ludópatas, borrachos y gente de dudosa reputación, va por gente que tenga magia dentro de si y sean presas fáciles), pero ahora que era una bruja muy poderosa, le había sido muy difícil con los múltiples hechizos poder tan siquiera acercársele. Aun así, la Muelona buscaba una oportunidad para atrapar a esta bruja, la cual se le vino a presentar cuando estaba haciendo una de sus rondas habituales cerca al castillo donde vivia Aleyda. La Muelona vio salir a la bruja con un ejército de Fámulos, los cuales por supuesto estaban liderados por el amo de llaves, cabe resaltar que este depredador mitológico, estaba escondida en su forma humana, ya que en esta forma, la bruja no podía detectarla en los alrededores, sin embargo, la Muelona se pregunto a si misma, ¿Qué se propondría la bruja y que era todo ese ejército de Fámulos que estaba con ella?, ¿Se propondría ir a atacar algún pueblo?, ¿Habrian descubierto que estaba rondando por los alrededores e irían a ahuyentarla?, la respuesta a todas estas preguntas llegó cuando Aleyda dijo

Aleyda: Muy bien, escuchen todos, hoy haremos un ataque directo y de frente, yo voy a ir atacando a los mas poderosos y ustedes se encargaran de los más débiles, ¿Entendido?

Todos los Fámulos responden con un "Sí señora"

Aleyda: Y ya saben, nada de sorpresas, apeguense al plan, en esta ocasión me apodero de ese milagro porque me apodero

¿Qué había dicho la bruja?, ¿El milagro?, ¿Significaba eso que iba al Encanto?, estas preguntas rondaban la cabeza de la Muelona, por lo tanto, se dispuso a esperar, sabiendo que Aleyda contaba con un oráculo que le daría todas las respuestas que necesitara. Así pues, una vez que la bruja estuvo lejos, la Muelona se dispuso a ir a la sala en donde estaba el oráculo, con el fin de preguntarle cuales eran los planes de Aleyda y que se proponía al ir al pueblo del Encanto. Al llegar a la sala del oráculo, la Muelona le pregunta

Muelona: Oye oráculo, dime que es lo que se propone la bruja al ir al pueblo del Encanto

Oraculo: No, debes decir "Oraculo, oraculo" y luego ahí si hacer la pregunta

Muelona: (Un poco molesta) Uy, bien, oraculo, oraculo, dime que se propone la bruja al ir al Encanto

Oraculo: Solo hay una bruja dirigiéndose al Encanto en este momento, si es esa a la que te refieres, te contare cual es el objetivo de ella

Muelona: Bien, cuéntalo ya, ¿Quieres?

Así el oráculo le cuenta a la Muelona cual es el objetivo de Aleyda al ir por Mirabel, después de esto, la Muelona hace una carcajada estrepitosa

Muelona: Ja, ja, ja, ja, ja, así que Aleyda va tras el milagro de los Madrigal, ja, ja, ja, ja, ja, esto es algo muy bueno, mis dos presas, juntas en un solo sitio (Con mirada maliciosa) Pues bien, voy a jugar un juego con la bruja entonces

Así pues la Muelona adquiere su forma monstruosa, ya que con esta se mueve mas agil y rapido, eso si teniendo en cuenta que Aleyda no la detecte y no sepa que va tras ella, ya que en su forma monstruosa si es capaz de detectarla; esto había hecho que no en pocas ocasiones la hubiese tomado por sorpresa y casi lograra devorarla, solo que Aleyda tenia mil trucos para poder escapar de ella, si bien los hechizos que le lanzaba, por lo general no surtían efecto. Así pues, vemos el plan de Aleyda en acción, ya que como vimos en anteriores capítulos, ella da el mismo tratamiento que le den, por lo que encerró en sacos a Isabela, Camilo, Juancho y Anita, tal y como habían hecho con ella en una anterior ocasión, posteriormente, se enfrento a Luisa, Pepa y los animales de Antonio, los cuales no le hicieron ni cosquillas, por no decir que nadie del pueblo pudo tan siquiera acercarse para tratar de anular sus poderes

Encanto, una serie de colombianos escrita por un colombianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora