Capítulo 38: Alianza entre marrulleros

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Los duendes estaban aburridos que en todos lados los estuviesen descubriendo, hicieran lo que hicieran, ya la gente sabía como enfrentarlos y como sacarlos corriendo, y es que lastimosamente un duende es una criatura que siempre ha sido y será esencialmente malvada, por lo cual no sabe ganarse la vida de otra forma que no sea perjudicando a los demas, asi que sabiendo que las cosas se ponían difíciles, tenían que ingeniarse alguna manera de robar sin ser descubiertos o aliarse con alguien que fuese muy temible, alguien que nadie quisiese atacar, aun cuando hiciera la peor de las fechorías. Justamente, fuese por la suerte o por el destino, había un bandido muy temido al que nadie quería echarle el guante, ese era Bernardo el destripador, un criminal malévolo que habían capturado varias veces y varias veces había logrado escapar, como decia una cancion, para echarle mano, había que ser un bravo, una persona que no le temblara el pulso, que supiera pelear, pero también que supiera evadir balas, cuchillos y demas armas letales. Este Bernardo era el líder de una temida banda de ladrones que se dedicaba al robo de todo tipo de piezas de valor, de cualquier cosa por la cual pudieran darle unos cuantos pesos, así de esta manera, su banda era muy famosa. Sin embargo, el ser famosos tenia su precio, ya que como bien podemos adivinar, tanto su rostro, como los rostros de la gente de su banda eran bastante conocidos, razón por la cual, apenas sabian que andaba rondando por algún lugar, triplicaban la seguridad, más teniendo en cuenta que a Colombia ya estaban llegando los sistemas de alarmas de seguridad, lo cual hacía que fuese imposible robar sin ser detectados. Así pues, los bandidos de nuestra historia tenían cada cual su problema. Aconteció entonces, que en uno de los tantos robos que los duendes estaban fraguando, uno de los miembros de la banda, "Tijeras" Juan, estaba observando el modus operandi de estos malvados seres mitológicos, así que una vez visto como se organizaban y trabajaban, decidió contárselo a su jefe, el cual quiso inmediatamente aliarse con aquellos malévolos seres. Así pues, Bernardo el destripador se dirigió hasta la guarida de aquellos seres para proponerles una alianza, en donde ambas partes saldrían beneficiadas.

Capitán duende: La verdad no lo veo descabellado, ustedes necesitan gente que pueda mezclarse sin ser detectada, nosotros necesitamos que nuestros robos sean más efectivos, así que, ¿Qué ganaremos por nuestros servicios?

Bernardo el destripador: Es muy sencillo, nos quedamos con la mitad, ustedes con la mitad, y todos contentos

Cerebro: ¿Y cuando haya algo que no podamos partir por la mitad que hacemos?

Bernardo el destripador: Lo decidiremos al azar, no se, cara y sello, jugando cartas, en la ruleta

Capitán duende y Cerebro se miran el uno al otro, con mirada maliciosa, saben que aquello les conviene, después de todo, ¿Quién se atrevería a seguir a unos bandidos peligrosos como aquella banda?

Capitán duende: Bien, trato hecho, ¿Cuándo empezamos?

Bernardo el destripador: Desde mañana, este es el plan

Por supuesto el plan era muy simple, lo que tenían que hacer los duendes era mezclarse entre la gente a la cual iban a robar, fueran bancos, casas de familias adineradas, negocios prósperos, en fin, solo tenían que reemplazar a ciertos trabajadores y recolectar información importante para la gente de aquella banda de ladrones, una vez tenían suficiente información, fraguaban un plan para poder entrar y llevarse todo tipo de cosas de valor, y como sabían perfectamente como desactivar las alarmas, podían entrar y salir sin ser detectados. Todo esto originó una ola de robos, en varios pueblos y ciudades, lo que más desconcertaba era que no sabían quien era el que estaba detrás de esta lista de robos, ya que no habían huellas, pistas, nada que pudiese ayudar a identificar a los culpables de aquellos crímenes, la policía estaba atónita, ya que no sabían como es que esta banda de ladrones podía obtener información valiosa, que les permitiera hacer que sus robos fueran exitosos, por supuesto que las noticias volaban de un lado hacia otro, haciendo que la gente se sintiera insegura sobre sus pertenencias. Volvemos entonces al Encanto, en donde Bubo se encuentra leyendo las noticias de la oleada de robos que ha habido últimamente, por lo cual está intrigado, ¿Cómo es que unos ladrones pueden burlar sistemas de seguridad que en ese entonces eran muy sofisticados para la época?, la verdad no podía comprender aquello, es entonces que habla de este asunto con su padre

Encanto, una serie de colombianos escrita por un colombianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora