Capítulo 95: Una amenaza gargantuesca

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La Muelona estaba haciendo de las suyas, mordiendo y devorando a los borrachos, ludópatas, ladrones y demás gente de mala reputación que tenían el infortunio de caer en sus garras, por lo cual comida no le faltaba, sin embargo, pensaba en la desdicha de hasta el momento no haber podido atrapar a aquella bruja o a aquella niña guardiana del milagro de los Madrigal, por lo cual meditaba esto sentada en su forma monstruosa, mientras devoraba los restos de una desdichada victima que había caído en sus garras

Muelona: Esto es increíble, cuando se trata de atrapar a estos infelices, lo puedo hacer sin ninguna dificultad, sin embargo, cuando se trata de esa bruja o de Mirabel, siempre fracaso estrepitosamente

Hay una breve pausa y la Muelona continua

Muelona: Si es esa bruja, siempre me engaña con sus trucos, y si es esa niña, su hermana herculiana la protege

Hay otra breve pausa y la Muelona continua

Muelona: (Molesta) ¡Y lo peor es que aunque la aleje de Luisa, también Mirabel se las ingenia para hacerme trucos y trampas para que no la devore!

Continua comiendo el resto de su comida y luego dice

Muelona: ¡Bah!, lo que necesito es un nuevo plan, eso es todo, igual en ese pueblo son tan tontos, que puedo estar camuflada entre ellos y ni siquiera notan mi presencia

Dicho y hecho, la Muelona se dirigió al Encanto y estuvo allí camuflada y escondida, esperando el momento en el cual Mirabel estuviese más indefensa, para ir por ella, sin embargo, Mirabel sabiendo que la Muelona podría estar por allí, gracias a las visiones de su tío Bruno, tomaba ciertas precauciones, como no andar en rincones oscuros y solitarios del pueblo, estar en sitios concurridos donde pudiera gritar y pedir ayuda y no alejarse demasiado de su hermana. La Muelona la observaba en su forma humana

Muelona: No cabe duda que eres lista Mirabel, por supuesto tienes un tío que con sus visiones te puede decir cuando voy a venir yo, sin embargo, confirmas mi teoría que necesito alejarlos de este lugar, hacia un sitio que no conozcan tanto, pero yo si; ¿Cuál será ese sitio?

La respuesta le llego cuando escucho a Agustín que había recibido noticias de su hermana y se las comentaba a Julieta

Agustin: Mi hermana dice que esta muy bien, que los negocios de ella y su esposo estan que marchan a la perfección

Julieta: Me alegro mucho por ella que todo le esté yendo bien

Con esto la Muelona sonrió maliciosamente

Muelona: (Sonriendo maliciosamente) Así que Tontín tiene una hermana en otro pueblo, me pregunto en cual de todos será; bien, lo averiguare y se como hacerlo

De esta forma, la Muelona solo tuvo que esperar a que Agustín hiciese una de sus acostumbradas torpezas, para dejarlo inconsciente, ya que nuevamente al tocar un árbol que tenia un panal de abejas y este salir corriendo, la Muelona lo hizo tropezar para que cayera y se diera contra un árbol, posteriormente, tomo la carta que le había escrito Isadora

Muelona: Veamos, tan, tan, tan, estoy muy bien, tan, tan, tan, tan, ummm, veamos el sobre, este dice, Cajamarca, Tolima (Sorprendida) ¡Un momento!, ¡¿Cajamarca?!, ¡Conozco ese pueblo!, (Sonriendo) he hecho varias cacerías ahí (Poniendo una mirada seria) Creo que ya se hacia donde voy a atraer a mi presa

La Muelona adquiere su forma monstruosa y se marcha corriendo dando carcajadas estrepitosas, días después, vemos que en el pueblo de la hermana de Agustín, comienzan a ocurrir desapariciones misteriosas de personas, gente que había salido a trabajar, gente que había salido a pasar un rato de esparcimiento con los amigos, chicos que habían salido a jugar fútbol en los parques, en fin, lo más curioso, es que al buscarlos, solo encontraban restos de sus pertenencias, pero no a las personas, hasta que lo peor ocurrió, encontraron huesos humanos y con estos, restos de un animal misterioso, por lo cual sabían que un extraño animal estaba rondando los alrededores. Esto hizo que la gente tuviese precauciones, ya que se la pasaban armados hasta los dientes, los jóvenes ya no se alejaban demasiado de sus casas, los adultos cuidaban en exceso a sus niños y a sus bebes (A pesar que la Muelona a estos últimos no los atacara). Vemos a la Muelona en su forma humana sonriendo maliciosamente

Encanto, una serie de colombianos escrita por un colombianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora