Capítulo 72: La limpieza de Casita y el jarrón de la abuela

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Como vimos en el capítulo anterior, Isabela y Camilo se estaban dirigiendo a Ráquira, la cual queda en el Departamento de Boyacá, estos dos van en búsqueda de un jarrón que se rompió, el cual era uno de los favoritos de la abuela Alma, sin embargo, cabe preguntarse como fue que se rompió aquel jarrón y como se armo este lío tan tremendo. Todo comenzó aquella mañana, cuando la abuela, Pepa y Félix se dirigían a la capital, con el objetivo de hacerse sus chequeos médicos de rutina, por lo cual le están dando unas recomendaciones a Camilo y Dolores, ya que hoy ellos son los encargados de limpiar a Casita

Pepa: Y recuerden, todo tiene que estar bien limpio y reluciente; barren debajo de las camas, sofas, sillas; trapean muy bien todos los pisos; limpian el polvo de los barandales

Camilo asentía a todo aquello con una cara de "ya se me todo eso, no es la primera vez que lo hago, así que confíen en mí", mientras Dolores anotaba con detalle cada indicación

Dolores: Muy bien mamá, creeme que nos repartiremos las tareas domésticas para que todo fluya más rápido

Abuela: Y tambien recuerden no dejar la puerta del cuarto de Bruno abierta, ya que la arena se cuela dentro de la casa y ensucia todo

Camilo: Si abuela, no te preocupes, aprendí mi lección de la vez pasada

Felix: Asi como tambien cuando dejaste la puerta del cuarto de tu prima abierta y se lleno todo de pétalos y hojas

Camilo: Por favor, no soy tan descuidado siempre

Pepa: Eso esperamos Camilo, eso esperamos

Abuela: Bueno, en fin, nos vamos, no quiero que lleguemos tarde a nuestros chequeos médicos

Dolores y Camilo acompañan a su abuela y padres hasta el carruaje que los llevara a la estación del tren, el cual los conducirá a la capital Apolonia, en donde el doctor Acevedo está esperando a la abuela para sus chequeos normales de rutina y otros doctores más especializados que el doctor Quevedo están esperando a Pepa y Felix para chequeos más profundos. Después, los dos hermanos regresan a Casita y comienzan con su rutina de aseo general, como sospecharan, el primer piso es muy fácil, ya que solo tienen que limpiar la cocina, la sala, el suelo del patio principal, la bodega en donde se guardan parte de los víveres que Julieta usa en sus recetas (La otra parte esta en su habitación), entre otros cuartos del primer piso. El segundo piso es más complicado, ya que no solo se trata de limpiar los zaguanes por donde se desplazan de una habitación a otra, sino todas y cada una de las habitaciones con sus respectivos "mundos", así que comienzan por las más sencillas, la de Mirabel y la de la abuela, que son las "normales" por así decirlo, por lo cual barren debajo de las camas, limpian los alfeizares de las ventanas, se encargan del cambio de sábanas y cobijas, incluso hasta limpian sus mesitas de noche. Mas sin embargo, en la mesita de noche de la abuela, está el jarrón que le da parte del título a este capitulo, jarrón que es uno de los tantas cosas valiosas que la abuela Alma tiene, ya que este era parecido a uno que tenían ella y su esposo antes de ser desplazados, por lo cual tenerlo le trae buenos recuerdos. Este jarrón está agrietado, ya que si bien recordamos, cuando la primera Casita se derrumbo, todo lo que fuese rompible se quebró con ella, por lo cual la abuela, una vez que la segunda Casita fue construida, tuvo que viajar a Ráquira, donde un alfarero, con el fin que lo reconstruyese y seguir conservando tan bello recuerdo, en ese entonces le preguntaron porque no compraba uno nuevo, a lo que ella respondió

Abuela: Porque de aquí en adelante, no solo me recordara a mi Pedro, sino también las grietas que se formaron en mi familia por mi culpa, esto con el fin de nunca mas volver a repetir los errores que me llevaron a distanciarme emocionalmente de ellos

Así es, este jarron es el símbolo de una familia que no es perfecta, pero hace todo lo posible por estar unida en todo momento, por ende, ¡Ay Camilo!, lo que estás a punto de destruir por un descuido, ya que olvidaste dejar el seguro de la contraventana, por lo cual un viento recio la abrirá de golpe, tumbando aquel jarrón. Sin embargo, aquello todavía no ocurre, ya que los hermanos tienen que arreglar sus respectivas habitaciones, así como la de su hermanito, sus primas, padres y tíos. De esta forma, por simple sentido común, cada uno de los hermanos limpia su propia habitación, por lo cual, vemos que la habitación de Dolores, es un espacio toma diversas formas según la dueña así lo desee, ya que puede escuchar desde sonidos del bosque, hasta instrumentos como violines, arpas, trombones, cítaras, etc; simplemente con un aplauso, puede cambiar desde un bosque calmo y tranquilo, en donde se escuchan cantos de pájaro, el río correr, las hojas caer; hasta un conservatorio de música, en donde puede escuchar a Bach, Beethoven, Chopin, Vivaldi, Mozart, entre otros compositores. Por supuesto, si tu don es la superaudición, lo que más quisieras es disfrutar cada sonido, cada melodía, cada detalle, ya que muchos piensan que Dolores no es feliz con su don, cuando es todo lo contrario, porque además de hacer su actividad favorita (En la cual ella dice que no es chismosa, solo le gusta estar bien enterada de todo), le permite captar cada matiz, cada detalle, cada armonía; por poner un ejemplo, con los ojos nosotros no captamos solo las formas y los colores en general, sino que si ponemos especial atención y somos muy observadores, lograremos apreciar cada detalle, cada figura, cada mancha, cada movimiento, cada tonalidad de un respectivo color; así es el don de Dolores, le permite captar cada frecuencia, cada longitud de onda, cada detalle por mas minimo que sea, como si de una antena de radio se tratase. Por otro lado, la habitación de Camilo, más que un simple teatro, es como si fuese un gran set de grabacion, en donde el pudiese controlar las luces, los ángulos; en donde hay montones de compuertas y pasadizos para aparecer en cualquier parte del escenario; por no decir que tiene su propio camerino, en donde están colgadas sus ruanas, pantalones, camisas y sandalias; también cuenta con un espacio con espejos, en donde puede observar y pulir cada detalle de sus transformaciones, con el fin de hacerlas convincentes. Por supuesto, los cuartos de Dolores y Camilo, como todos los cuartos, cuentan con su cama, mesa de noche, muebles, etc. De esta forma, cada uno de los hermanos estaba limpiando su respectivo cuarto, pero todos sabemos como es Camilo (¡Ay Camilo!), que no puede resistirse a dejar de actuar por un momento, por lo que viendo la oportunidad, comenzó a actuar en su respectivo escenario, tomaba una forma u otra, ensayando las obras que había leído y por supuesto, las que su tío le había contado, ya que entre otras cosas, le permitía a él y a sus ratas contar sus historias y ser Camilo uno de los directores de dichas historias. Naturalmente, su hermana estaba escuchando todo esto (Ya que tenía la puerta de su cuarto abierta), por lo que tomando un suspiro molesta, fue hacia la habitacion de Camilo y se plantó en la puerta de este, observándolo con una mirada seria, la cual hizo que Camilo se detuviera en el acto

Encanto, una serie de colombianos escrita por un colombianoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora