POV ELIZABETH
La cabeza de Alex reposaba en mis piernas, se veía tranquila, parecía que dormía pero sabía que no era así porque tenía una mano en su pecho y su corazón no latía, eso me hacía querer llorar pero me aguantaba las ganas. Marie estaba apoyada contra una de las paredes de la sala, tenía el ceño levemente fruncido y yo no hacía más que mirarla con molestia, de cierta manera entendía la decisión que tomó pero mi corazón ahora estaba angustiado porque mi lazo con Alex es muy débil, casi ni puedo sentirlo, solo siento un pequeño frío que me poner muy nerviosa.
En otro sofá estaba Megan, Sam le curaba las heridas del cuello, veía como Sam evadía la mirada de Marie hacia ella, la vampira molesta solo ponía los ojos en blanco y desistió de mirarla. Mi hermana no había dicho palabra alguna, estaba al lado de Nicolás recostada levemente, parecía su hermano mayor y eso me hacía un poco feliz daba la situación.
-Creo que este día fue un poco caótico. – todos miramos a Nicolás que cortó el silencio. – Si la bebé que Megan rescató es Alice, eso significa que Ricardo mató a toda una manada principal buscando el poder de los Errantes. – Sebastián se pasó una mano por el rostro.
- Jamás participé de algo como eso, habíamos escuchado rumores de que Ricardo participó en cazas de manadas pero cada uno se detenía de decir más sobre ello, jamás presté real atención. – se removió el beta incómodo en su sitio. – Ha buscado el poder de otros alfas, lo hizo con la familia de Alex pero no creí que buscara el poder de un lobo original ya que se decía que era un mito. – todos nos quedamos pensando en lo que dijo.
Había pasado un par de horas y la primera en despertar fue Megan, se puso de pie rápidamente asustada.
-Cálmate, curé tus heridas. – Megan se apartó de todos y se tocó las heridas.
- Joder, animales salvajes. – Sebastián frunció el seño por el comentario mientras Megan los veía con molestia.
- Será mejor que te calmes. – Sus ojos se posaron en mi y la persona que sigue reposando en mis piernas.
- Tienes encima de ti a la persona que por poco me asesina. – era un duelo de miradas que nadie quería perder, ella sacó sus dagas rápidamente.
- Alto. – Sebastián se iba a interponer en medio pero se detuvo al momento. – Tocaste una fibra sensible para ella, esa es Alice. – no se de donde saqué tanta determinación pero ahí estaba. – no justifico que esté bien lo que hizo pero ella no te iba a hacer daño. – hizo una mueca y se tocó el cuello. – Al menos no al punto de morir, eres como mi hermana. Marie y Sebastián la apartaron pero de no ser así yo estaba en medio.– sentí su vacilación y solté un suspiro. – Alice es como una hija para Alex, adora a esa niña con todo su corazón. Escuchar como fue masacrada su familia, que la llevaron a vivir en un lugar de acogida que la maltrataba no es muy lindo. – Megan guardó sus dagas y pasó una mano por su rostro, sé que se sentía mal por todo esto.
- No diré que soy una santa pero tampoco asesino niños . – volvió a sentarse al lado de Sam en el sofá. – Alice se ganó también mi corazón, lamento cada día lo sucedido esa noche, ayudé lo más que pude y me arrepiento no haber hecho más. – le di una ligera sonrisa porque en verdad podía ver el arrepentimiento en sus ojos iba a decir algo pero sentí algo cálido volver a mi.
- Debiste haber hecho más. – mi vista estaba fija en Alex que despertaba de a poco, mi mano en su pecho podía sentir como su corazón latía lentamente pero lo hacía. – Pero el pasado no puede cambiarse. – su voz salía rasposa y casi todos en la sala ya podían respirar con tranquilidad.
- Te gusta hacer entradas dramáticas. – Marie se escuchaba feliz y yo no apartaba mi vista de Alex, quería ver sus ojos y confirmar que estaba completamente bien.
- Y tú te cobraste todas las veces que te rompí el cuello. – Marie soltó una risa por el comentario mientras Alex también se reía un poco, abrió los ojos lentamente y me regaló una sonrisa, ella seguía acostada con su cabeza en mis piernas. – Hola. – sus ojos brillaban y ahí mi corazón se calmó, me regaló una sonrisa adorable y no pude evitar devolvérsela.
- Hola. – acaricie su cabello lentamente mientras ella subía su mano para tomar la mía que seguía en su pecho sintiendo sus latidos.
- Dios, eso es demasiado empalagoso para mi. – subí la vista para ver a Nicolás hacer una mueca de arcadas en dirección a nosotras mientras el resto se reía.
- Debería tener prohibidas las muestras de afecto enfrente de nosotros. – Marie puso los ojos en blanco aunque tenía una sonrisa, hasta Megan me dio una sonrisa pequeña.
-¿Mami? – el corazón de Alex se detuvo un momento, en el pasillo estaba Alice bostezando. Todos quedamos en silencio sin saber que hacer. – Mami. – Alice sostenía su peluche con una mano y la otra la dirigía a una Alex que seguía como estatua hasta que le di un empujón y con su velocidad de vampiro ya tenía a Alice en sus brazos.
- Hola pequeña lobita dormilona. – Alex repartió besos en sus mejillas con cariño mientras Alice fruncía el seño.
- No soy dormilona. – se cruzó de brazos indignada pero eso solo la había ver más adorable. Me levanté y fue hacia ellas.
- Pues es bastante tarde, debes almorzar algo Cariño. – le di un besito en su mejilla que la hizo sonreír y irse a mis brazos.
- Si, tengo mucha hambre. – se tocó el estómago afirmando lo que dijo y eso solo nos hizo reír a todos.
- Si, eres un cachorro muy hambriento. – el comentario de Marie hizo que Alice la mirada retadora, se convirtió en un duelo de miradas que nos daba risa.
- Mamá, la tía Marie me está molestando. – Alice hizo un puchero y cuando me quise dar cuenta Alex ya le había pegado un pequeño golpe en la nuca a Marie.
- No molestes a mi pequeña. – Alice vea a Marie con superioridad y yo me moría de la ternura.
- Vamos bebé, necesitas comer algo. – me llevé a la pequeña al jardín donde todo estaba arreglado y quedaba algo de comida en la parrilla.
- Está vez no soñé nada feo. – le di mi completamente atención. – Ahora fue algo bonito. – su tono mostraba alegría y eso me calmaba bastante, Alice estaba encima de mis piernas comiendo mientras yo hacía trencitas en su cabello con dulzura.
- ¿Me dirás que fue? – ella soltó un risita adorable.
- Estábamos aquí y pasábamos el día juntas.– sonreí por lo adorable y feliz que sonaba en este momento. – Parecíamos una familia. – Mi corazón empezó a latir más rápido por el pequeño shock inicial. – Fuimos al parque, comimos helado y después estuvimos en el lago. – le di un beso en su cabello cuando terminé de peinarla.
- Somos una familia. – se dio la vuelta para abrazarme después de terminar de comer. – Alex y yo te amamos mucho, todos aquí te amamos. – sentí una brisa en mi rostro y después una mano posarse en mi hombro.
- Siempre. – los ojos de ambas se iluminaron con sus característicos colores y como si fuera poco sentí una electricidad recorrer mi cuerpo. Alex nos dio un beso a ambas y nos abrazamos por unos segundos, amaría atesorar estos momentos por más tiempo.
Me fui con mi hermana y Megan después de que Alice comiera algo, tuve que prometer que nos veríamos mañana con Alice, así que mis dos chicas irán por mi después del trabajo lo cual me tenía saltando de la felicidad aunque mi preocupación era constante, desde lo sucedido mi alegría lo camuflaba muy bien.
-Me agrada estar con ellos. – estaba con Lara en el sofá viendo un programa antes de irnos a dormir, Megan se fue sola después de traernos. – Es como si volviéramos a tener una familia. – sonreí con melancolía ya que es cierto.
- Lo sé, desde lo sucedido con Ashley, la muerte de papá y que mamá prácticamente nos abandonara no había sentido algo remotamente parecido. – Mi hermana se acurrucó y yo la abracé.
- Tal vez conseguimos una familia. – Le di un beso en el cabello y suspiré.
- Tal vez. – mi corazón salta de felicidad y miedo, no quiero perder a nadie.
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Sangre
FantasyVivir no es algo que nosotros escogemos, simplemente sucede. Depende de nosotros el que haremos, el como lo afrontaremos pero no es algo sencillo. Los humanos no son fáciles, cada persona es un mundo por explorar, emociones diferentes que están en...