Capítulo 13: ¿Qué es diferente?

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POV Elizabeth

Las cosas pueden cambiar de un momento a otro, en un segundo estabas trabajando, teniendo problemas familiares y saliendo adelante lo mayor que puedes, pero al siguiente te encuentras en un parque con dos personas que son extraordinarias, seres sobrenaturales de los que solo leías en la ficción, de los que veías películas con tus amigos para asustarte. Ahora son reales, son una realidad para mí, una realidad que por muy sorprendente que parezca no me da miedo, ¿Me tomó por sorpresa? Claro que sí, ¿Me asustan? Ni por un segundo.

Verlas sonreír es una de mis cosas favoritas, ahora las veo a lo lejos, veo con Alex sostiene a Alice en sus brazos y le da una beso en la mejilla, veo como los ojos de Alice de diferente color se cierras junto con una sonrisa por las cosquillas que le dan los besos. Jamás pensé que tenerlas ahora en mi vida me haría feliz, ese sentimiento es aterrador pero intento abrazarlo con todo lo que soy, mi pecho se siente cálido.

Hablé con la madre de Lea, Carol; sobre la situación y ambas fuimos a enfrentar a los mocosos que se metieron con nuestras niñas. Creo que los niños se asustaron más por mi que por Carol, no soy partidaria a la intimidación de unos niños pero estos eran unos completos mocosos mal educados, aparte de que nadie se mete con mi pequeña. Lo dije, dije mi pequeña lo que hizo que mi corazón latiera muy rápido al darme cuenta del peso de esas palabras, un peso que pienso guardarme.

Después del incidente intercambié números con Carol para que las pequeñas puedan volver a verse, Lea y Alice estaban muy felices al respecto. Ahora nos encontramos en casa de Alex viendo una película, ya eran casi las 22:00 de la noche lo cual me preocupaba y me tenía muy curiosa por la proposición de Alex en el parque, era una cosa que no olvidaba y que rondaba por mi mente durante el transcurso de la película. Llamé a Megan que me interrogó a fondo sobre las razones de porqué no estaré en casa pero logré que se callara, tal vez después tengo que invitarla a cenar como recompensa.

Una Alice somnolienta yacía con la cabeza en mis piernas mientras yo le hacía caricias en el cabello, Alex estaba del otro lado de ella poniéndole una manta, cuando miró el reloj y se dio  cuánta que Alice dormida profundamente me miró con una sonrisa pero no pude identificar que había en su mirada, demasiadas emociones que no puedo leer.

-Me llevo a Alice a la cama.- la tomó en brazos con facilidad y la pequeña se enganchó a ella rápidamente. -Nos iremos cuando vuelva.- pasó por mi lado y me dio un beso en la mejilla que hizo que se pusieran de color carmesí.

Minutos más tarde salía una Alex vestida con pantalones cortos deportivos azules oscuros, unas zapatillas y sudadera negra. A su lado venía Nicolás riéndose en dirección de Alex que solo ponía los ojos en blanco.

-Adoras que esté aquí.- escuché un bufido por parte de Alex.

-Solo porque me sirves para casos como estos.- le dio una sonrisa socarrona que hizo poner los ojos en blanco a Nicolás ahora.

-Ya váyanse, me exasperan.- nos empujó a ambas levemente por la puerta trasera que da al bosque.

-Espera idiota.- antes de salir Alex lo detuvo, sacó algo de su pantalón y eran dos francos pequeños, yo miraba todo sin entender. -Necesitas hacer la barrera.- se mordió la muñeca y dejó salir un poco de sangre para que cayera en el frasco, era impresionante la facilidad con la que cerraban sus heridas. Me miró a mi después de darle el frasco y hizo una mueca sin estar segura de querer hacerlo. -Necesito tu sangre para que puedas entrar a la casa cuando está la barrera puesta.- suspiró pero yo asentí, vi como una de sus uñas cambiaba y ahora era más larga y filosa, tomó la palma de mi mano cortando superficialmente y dejó salir solo unas pocas gotas de sangre en el frasco. Se veía nerviosa, su cuerpo se tensó al momento de cortarme lo cual me tenía confundida pero antes de siquiera preguntar puso rápidamente una curita para tapar la herida.

SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora