POV ALEX
- ¿Dónde está? – Marie llegaba rápidamente al hospital, nos encontrábamos en el sector especial justo afuera del consultorio de Sam.
- Relájate, ella está bien. – Me puse frente a ella para intentar controlar sus nervios, ella me miraba bastante preocupada mientras yo le sonreía tranquilizadoramente. – Tienes que calmarte o no podrás entrar. – la vi respirar profundo mientras cerraba los ojos. – Eso es, ahora ven conmigo. – abrí la puerta y nos encontramos con Elizabeth curando la herida del abdomen de Sam, en un segundo Marie se encontraba a su lado.
- ¿Qué paso? – Sam le dio una sonrisa a Marie para después tomar su mano, vi a Marie hacer una mueca, pero no retiró su mano en ningún momento.
Elizabeth y Sam empezaron a contarnos lo sucedido mientras la rubia limpiaba la herida de la bruja. Cada cierto tiempo el enojo de Maire y mío estaba presente, pero ambas podían calmarnos, estuvimos escuchando atentas el relato, sintiendo la frustración de no haber podido estar ahí. Escuchar como trató a Elizabeth, como si le perteneciera y como intentó acabar con la vida de Sam fue doloroso y molesto, ahora mismo quiero arrancar su cabeza, estos segura que Marie piensa lo mismo por la forma en la toma profundas respiraciones cada que el nombre de Marc sale a colación. Por suerte o desgracia, Sebastián se lo llevó a mi casa, lo dejaría encerrado en el sótano hasta que lleguemos.
Nos asombramos con la nueva información sobre los poderes de mi Luna, intento recordar si alguna de esas características pertenece a algún tipo de ser sobrenatural, pero no puedo recordar nada. La mirada de Marie se va volviendo cada vez más seria mientras observa a Elizabeth, creo que ella tiene una ligera idea y siento curiosidad al respecto.
-También pude ver después de un rato intentando despertar eso de nuevo, logré ver que había algo detrás de la pared que solo se abría con mi sangre y huellas, son dos libros y una carta con mi nombre. – ella fue a la mesa a por las cosas y nos las dio, logramos ver en uno de ellos una especie de bestiario y el otro estaba escrito en una lengua extraña que no lograba leer.
- Uno de ellos está en blanco. – Miré a Marie de forma extraña mientras Sam asentía.
- ¿De qué hablas? Uno de ellos está en un idioma que no conozco. – Ella me vio como si le estuviera diciendo la cosa más absurda del mundo.
- Alex tiene razón, pero yo sí puedo leerlo. – todos miramos rápidamente a Elizabeth.
- Al parecer solo tú puedes leerlo, ¿Qué es lo que dice? – todos la miramos mientras ella se ponía un poco nerviosa mientras veía la portada del libro.
- Helíades: Las hijas del Sol. – todas nos quedamos en silencio, nadie sabía que decir. Si es lo que estoy pensando, entonces Elizabeth es la hija del sol, pero jamás había escuchado sobre ellas.
- Eso es un mito, jamás había conocido a una de las Helíades. – Maire miraba con los ojos entrecerrados a Elizabeth. – He escuchado ese nombre dos veces en mi vida. – Marie pasó una de sus manos por el rostro. - Después de convertirme y viajar por el mundo, me detuve en Grecia. Había un lago en el que las personas iban a visitar constantemente y hubo un anciano que me detuvo para hablarme de las Helíades, hablaba demasiado, no recuerdo muchas cosas de las que dijo así que simplemente lo ignoré. Días después tuve un sueño, no lo recuerdo muz bien, simplemente sé que una voz decía Helíades varias veces. – Marie no dejaba de ver a Elizabeth y la rubia se veía más cansada, así que la atraje en mis brazos para darle calma.
- Creo que es mejor irnos a casa, es tarde y mañana podemos hablar de eso. – todas asentimos, pero vimos como Sam se mareaba y rápidamente Marie la sostenía contra su cuerpo.
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Sangre
FantasyVivir no es algo que nosotros escogemos, simplemente sucede. Depende de nosotros el que haremos, el como lo afrontaremos pero no es algo sencillo. Los humanos no son fáciles, cada persona es un mundo por explorar, emociones diferentes que están en...