Capítulo//23

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Amir se dirigía al hotel donde estaba ese hombre, iba a desenmascararla de una vez. Por culpa de ella, Amira le había dejado. La avisó de lo que pasaría, ahora tenía que asumir su error. Su hermano iba con él, quería ver la cara se esa mujer. Quería ser testigo de esa cara y ver cómo el rey la ponía en su lugar.

Cuando llegaron, Amir bajó y su hermano le siguió. Entraron al hotel, con ese porte serio. La joven de recepción, les sonrió con amabilidad.

—Buenas noches, buscamos al rey Derek. — Amir no se acordaba del apellido del hombre, esperaba que con el nombre le valiera.

—Esta la última planta, habitación 705. — dijo ella. —Pero tenemos que avisarle.

—Vale, pero si contesta una mujer, dile que desea hablar con el rey. Ponga una excusa y que él no diga nada. — la chica le miró confundida. —Es por una buena causa.

—De acuerdo. — marcó el número de la habitación. —Alteza, los duques de Arabia Saudí, desean hablar con usted de algo urgente y que por favor no le diga a su esposa que los duques están aquí. — calló unos segundos. —De acuerdo, alteza. — colgó. —Pueden subir.

Amir y su hermano, caminaron hasta los ascensores. Entraron en ellos y Abdel, marcó el número 7.

—Estoy deseando ver la cara de esa mujer, cuando le digas al rey como es de mala. — rio como un niño.

—Pareces un crío. — negó Amir con una sonrisa.

—¿No me digas que eso no va a ser divertido? — Amir rio y cuando llegaron saliendo de la habitación.

Buscaron el número, hasta que por fin estaban en la puerta. Ellos llamaron, pero la que abrió fue Jade con una sonrisa. Cuando vio Amir y a su hermano, podía sospechar a que venían.
Estaba muerta de miedo, ¿y si habían venido para decirle al rey? ¡Dios! Estaba asustadita.

—¿Qué hacéis aquí? — preguntó.

—Hemos venido a ver a tu marido. — Abdel sonrió al ver la cara de póker de Jade.

—¿Se lo dirás?

—Hazte a un lado. — la intentó apartar.

—Amir, te pido por favor que no se lo digas. — suplicó, cuando Amir y Abdel entraron en la habitación. —Perdón por lo que hice, pero no me hagas estos.

—Te lo avisé, Amira. — la miró con desprecio. —Te dije que si mi mujer me dejaba, ibas a sufrir las consecuencias.

—Hola, Amir y Abdel. — el rey apareció interrumpiendo a a Jade y a Amir. —¿Por qué querían verme con tanto urgencia?

—Sentimos venir así, Derek. — se disculpó Amir. —Pero necesito abrir sus ojos de una vez. — el rey, arrugó su ceño.

—Derek, cariño. No les escuches, te van a decir mentiras. — pero le sorprendió más, como su mujer le suplicaba.

—Pasen al salón, por favor. — les hizo una señal para que pasarán.

Jade quería irse, no quería ver cómo Derek la sacaba de allí de malas maneras. No quería ser humillada ni ver como ese hombre que la amaba, la despreciaba.

—Jade, tú te vienes, eres la protagonista de esto. — la dijo Abdel.

Derek, estaba que no entendía nada. Ver cómo hablaban a su mujer, como ella estaba tan asustada por verles, que no entendía nada.

—Chicos, no estoy entendiendo nada y porque tratan tan fríamente a mi esposa. — exclamó mirando a los duques.

—Lo vas a entender ahora mismo. — dijo Amir. —Te contaré la historia. Antes de que Jade se casara contigo, estaba conmigo. Yo la quería, hacia locuras por ella, pero ella se fue con un hombre con más poder. — Derek miró a su mujer. —Yo la lloré, lo pasé mal, no voy a negarlo. Pero llegó Amira, mi esposa. Para sacar de mi, lo que yo dejé de ser. Tu esposa volvió y se presentó en mi oficina, para decirme que no era feliz contigo, que quería separarse de tí. — Derek, abrió sus ojos con asombro. Jamás imaginó que Jade hiciera eso. —La dije que yo estaba casado y que era muy feliz con mi mujer, parece ser que no le sentó muy bien. Porque hoy en la gala, me besó y mi esposa lo vio y tras eso, mi mujer me ha dejado. — Jade estaba llorando, Amir la estaba hundiendo. —No sé lo que pasa en vuestro matrimonio ni me importa, pero solo pido que me deje en paz. Qué ella ya no es importante en mi vida, la avise que como jodiera mi matrimonio iba a desenmascararla.


—Jade, ¿Eso es cierto? — el rey miró a su mujer, pero ella se calló. —¡Contesta!

—Yo... yo... si, pero yo te quiero, solo quería hacerle sufrir. — el rey negó.

—¿Más aún? ¿No te bastó dejarme por otro? Mientras estabas conmigo, estaba con él. — exclamó Amir.


—Me dijiste que estabas soltera. — Abdel se rió.


—Te engañó... A los dos. — dijo el hermano mayor.

—¡No me lo puedo creer! ¡Como fuiste capaz! ¿¡Tan guarra eres que eres capaz de destrozar un matrimonio!? — la gritó. —Jade, te quiero fuera de mi vida, por el bebé no te preocupes. Haremos una custodia, porque es el futuro rey de Alemania. Pero de ti, no quiero saber nada, nos divorciaremos. No quiero estar con alguien que solo estuvo conmigo por mi título.

—Mi amor, no. No me hagas esto, podemos arreglarlo. — pidió ella entre lágrimas.


—Mañana te vas y no vuelvas. — salió del salón para dejarle ahí llorando.

—¡Enhorabuena! Me has jodido, ¿Ya estás contenti? — Amir sonrió.

—Dejame pensarlo... si. — salieron de allí dejando a la joven llorando.

Amir no se arrepentia de lo que había hecho, ella estaba apunto de romper su matrimonio y no lo iba a consentir. Iba ir a por Amira, iba a conseguir que le perdonara y que volviera con él.

«No voy a perderte, nena. No lo voy hacer. » pensó él cuando subía al coche.

*******†*****

Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Amir y Amira, espero que os guste.

Decidme. ¿Amir hizo bien? ¿Jade tuvo su merecido? ¿Ella se quedará con los brazos cruzados? Os leo.

Besos desde España, nos leemos pronto.

Una dama para el Duque 2° (saga Realeza) EDITANDO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora