Una dama para el Duque 2° (saga Realeza) EDITANDO

Capítulo//24

Amira salía del hotel, con ligero vestido, ajustado a su cuerpo. Unas sandalias bajas, color negro. Su pelo suelto hondulado y un maquillaje ligero.

Iba directamente hacia el coche, cuando alguien la agarró del brazo bruscamente. La joven se giró con mirada sería y se encontró con Jade, que tenía sus ojos rojos de haber estado llorando.
Amira la observaba con una ceja alzada, mirandola con seriedad.

-Ten cuidado, no me agarres de esa manera. - exclamó queriendo ir hacia el coche.

-¡Por tu culpa me marido se quiere divorciar de mi! - la gritó. -Por tu culpa perdí a Dereck.

-Oye, que tú hayas sido una mujerzuela y tu marido te haya pillado, no es mi culpa. - respondió sin importancia. -Se dio cuenta de la mujer que tenía a su lado. Eso te pasó por meter la lengua en bocas que no son tuya.

-¿Sabes algo? Amir se acostó conmigo, estando casado contigo. - sonrió, Amira la miraba haciendo muecas de asco. -Por mucho que se haya casado contigo, sigue enamorado de mi, sigue buscándome.

-Me parece de maravilla, por es tu marido te dejo. Porque tu vagina no se resiste a follar, Amir follara contigo, pero yo soy su esposa, su dueña. - exclamó con una sonrisa. -Tu serás la amante, la otra, a la que esconde porque jamás le verán contigo. En cambio a mí, me pasea en las galas, tengo su apellido, soy su mujer.

-Te lo voy a quitar todo, Amira. Amir será mío como antes y tú solo serás un recuerdo del pasado. - Amira asintió.

—Querida, me tomaría un café contigo para saber más de tu mente desquiciada. Pero soy duquesa y tengo cosas más importantes que hacer. — respondió con una sonrisa y se alejó de ella.

Iba hablar con su tío, Amir se acostaba con ella. La buscaba y ella tonta le había creído todas sus palabras, pero ya no más. Bastante aguantó.

Llegó a la habitación y si tío estaba sentado en el sofá con el periódico en la mano, cuando vio a su sobrina, arrugó su ceño.

-¿No te ibas? - preguntó, mientras Amira iba hacia él. -Amira, ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

-Soy una tonta, tío. Creí que Amir realmente me amaba y mientras estaba conmigo, se acostaba con esa mujer Jade. - el hombre se puso serio. -Yo realmente le amo, pero más me amo yo.

-¡Cabrón! - exclamó. - Hablaré con él y le pondré en su lugar.

-No, haremos otra cosa. Contrata a los abogados, que redacten mi divorcio. - él la miró con asombro. -Que se lo envíen, no quiero nada de él.

-Hija...

-No, tía. Ya estoy cansada, Amir sigue detrás de ella y yo, no voy a ir detrás como una sumisa. - exclamó.

Amira se fue a la habitación que ocupaba, se dejó caer en el suelo, llorando. Le dolía saber que Amir la engañará, que jugará con ella. Le dolía tanto estar enamorada de un hombre que amaba a otra, saber que se acostó con él y pensaba en ella.
Amir la enseñó, que nunca debía confiar en nadie, porque él la engañó. Jugó con ella, la humilló, la desprecio.
Él quería darse una oportunidad, pero apareció ella y él como un tonto corrió a sus brazos.

Pero ya no iba a creerle más, ya se acabó la Amira tonta que él creía que era.

Se levantó del suelo y fue hacia su cama, se acostó abrazando a su almohada. Llorando como una magdalena, cayó dormida.

Por otra parte Amir, llegada después de haber estado con su primo Zayn. Le había contado la situación de su matrimonio y Zayn le dio un consejo. Que esa mujer, no destruyera su matrimonio, que luchará por Amira.

Pero ella no le creía, lo entendía, la desprecio tanto y la humilló era lógico que no le creyera.
Ella se había ido, dejándolo destruido, vacío. Ya no ansiaba llegar a casa y así poder verla. No, ya no. Ahora cuando llegaba, la encontraba vacía, silenciosa y sin vida. Amir lo estaba pasando tan mal por la separación, que cuando nadie le veía, soltaba sus lagrimas.

Se fue hacia el sofá y se dejó caer, soltó un suspiro flotando si rostro. Apoyo su espalda en el sofá y cerró sus ojos, pensando en ella.
Cuando vio por primera vez, la vio tan bonita, tan carismática y gran corazón. Cuando la tuvo en sus brazos por primera vez, no quiso tocar a otra. Era solo en cuerpo y los labios de Amira, los que él quería tocar todos los días.
Pero la llegada de Jade, fue el destierro de su matrimonio.

-Vaya silencio. - la voz de Ferit le hizo abrir los ojos y mirar. -¿Qué pasa?

-¿Qué haces aquí? - refunfuñó.

-Vine a verte, pero creo que he llegado en mal momento. - respondió. -¿A qué viene que estés así? ¿Donde está Amira?

-Amira se fue y estoy así porque no está. - Ferit abrió sus ojos con asombro.

-¿Cómo que se ha ido? ¿Por qué? - se acercó a él.

-Me vio besándome con Jade. - Ferit le miró con mala cara. -No como tú creés, Jade me besó y Amira lo vio.

-¡Maldita mujer! ¿Es que no te va a dejar en paz? - exclamó con asco. -Ya bastante te jodió para que siga.

-Le conté a su marido todo y le ha pedido el divorcio. - le contó y Ferit sonrió.

-¿Por qué no me llamaste? Me habría gustado verlo. - sonrió como un niño.

-Fui con Abdel y fuimos testigos de todo. - el asintió. -Se lo advertí y el que avisa, no es traidor.

-Asi me gusta, la pusiste en su lugar por mujerzuela.

-Alteza, perdone que lo moleste, pero le llegó esto. - un escolta, se acercó a Amir con una carta en su manos.

Amir lo cogió y miró el sobre blanco que tenía en su mano.

-¿Qué es? - preguntó interesado el marqués.

-No lo sé. - respondió, abriendo la carta. Lo leyó y era un demanda de divorcio.

Amir se puso rígido, la respiración no llegaba a sus pulmones. No lo podía creer, Amira le había pedido el divorcio. Ferit haberle así, fue hacia él y le quitó la carta de las manos. Miró a su primo con asombro, Amir se había quedado paralizado, no se movía.

-¿Amir? - le llamó.

Amir le miró y de la rabia tiró al suelo todo lo que había en la mesa que tenía en frente.

-Cálmate. - le pidió su primo.

-¡¿Como me pides que me calme?! - gritó. -¡Amira me está pidiendo el divorcio!

Continuará.

***†*********

Hola, bellas. Aquí tenéis otro capítulo de Amir y Amira, espero que os guste.

Decidme, ¿Amira hizo bien? ¿Amir le dará el divorcio? ¿Qué pasará en el próximo capítulo? Os leo.

Besos desde España, nos leemos pronto