Tras la noticia de sus gemelos, se volvieron más unidos, felices. No podían creer que esperaban, la llegada de dos bebés. Dos bebés que les llenarían de amor y felicidad. Ambos eran inexpertos en bebés, pero juntos iban a coger experiencia con ellos.
Amir, no podía borrar la sonrisa de sus labios. En sus ojos, se veía la felicidad. En sus caras, la felicidad salían por cada poro de su piel. Amira le iba a dar a sus primeros hijos, ella tenía en su interior el fruto de cada noche de lujuria.Hoy les daría la noticia a la familia, Amir quería organizar una cena y gritar a los cuatro vientos, que iba a ser papá de dos bebés.
Él que tanto se negaba a ser papá, que tanto se echaba para atrás sobre tener hijos. Y jamás imaginó, que Amira le diera tanta felicidad, más de lo que él nunca imaginó.
Aunque las 24 horas del día, estaba pendiente de ella. La llamaba, le escribía y quería saber a cada momento, como estaba. Aunque él, se llevara los vómitos, las náuseas y todos los síntomas del embarazo.—Hola, preciosa. — saludó Amir cuando su mujer le cogió el teléfono. —¿Cómo estás?
—Hola, Habibi. — sonrió. —Estoy bien, me acabo de sentar en el sofá y leeré un libro. ¿Tú cómo estás?
—Bien, voy a entrar ahora a una reunión. — respondió. —¿Qué libro lees?
—Es para saber más sobre bebés y embarazos. —Amir sonrió. —¿Sabías que los bebés nos escuchan desde dentro y nos va conociendo por la voz? — dijo asombrada. —Es maravilloso, saber que tú bebé puede ir conociéndote.
—Eso es precioso, ya podemos ir hablándole. ¿Entonces también nos escuchan cuando hacemos el amor? — Amira rio, cuando el tono de su marido pasó a bromista.
—Pues seguro que si, porque si nos escuchan hablándole, también lo demás.
—Mmm, entonces... Tendremos que decirles que mamá me demostraba su amor entre gemidos.
—No seas bobo. — exclamó.
—Amor, tengo que colgarte, luego te veo. Recuerda que hoy tenemos una cena.
—Si, amor, a las ocho estaré preparada. Te amo.
—Yo también. — colgaron.
Amira comenzó a leer aquel libro, ese libro que le iba a enseñando más sobre bebés. Saber que desde ahí dentro, sus bebés la escuchaban. Podían conocerles, por el tono de la voz. Saber que esos bebés, iban a saber que era su mamá.
Amira sonreía tocando su pequeño vientre, un vientre no muy abultado, pero ya se notaba. Amira iba a ser madre primeriza de gemelos, saber que Amir iba a ser el padre. Aunque tuvieron miles de problemas, miles de inseguridades y discusiones, pudieron solucionarlo y darle una oportunidad en su matrimonio.Amir por una parte estaba escuchando como aquel hombre hablaban, mientras jugaba con el bolígrafo golpeando sus dedos. Le miraba con los ojos entrecerrados y haciendo muecas con su boca, aquél hombre era Jimmy Anderson. El amante de Jade durante años, ese hombre se la follaba para ganar unos cuantos billetes. Amir desconfiaba de ese hombre, no creía nada de lo que soltaba por su boca. Hasta que su risa, se hizo escuchar por toda la sala de reuniones. La gente le miró con el ceño fruncido, sin entender su carcajada.
—¿He dicho algo gracioso, duque? — habló Jimmy, mirándole.
—Si, sus palabras. — respondió, levantadose de aquella silla. —Me parece gracioso, mucho de hecho.
—¿Puedo saber el qué? — preguntó, ocultando su rabia.
—Por supuesto, es bueno que sepan el chiste. — sonrió. —Señores, este hombre, se hace pasar por un tipo que no es. — miró a los hombres de la mesa. —Su verdadero nombre es Jimmy Anderson, un vagabundo sin estudios, sin hogar. Qué conquistaba a mujeres ricas, para luego robarlas. — Jimmy le miró tragando saliva. —Este hombre, se acostaba con una mujer casada, sabiendo las ganancias que iba a tener. Pero no supo que le iba a reconocer, ¿No es así, señor Anderson? — le miró.
—Yo... Yo...
—Tartamudea, que no te va a servir de nada. — exclamó. —Quiero que sepa que tanto usted como Jade, estan enserio problemas por robar a un duque. — le aviso señalándole. —A mi no me roba y se quedan tan panchos. Sé destruir muy bien la vida de la gente, señor Anderson. Puedo dejarle comiendo mierda y ratas. — está vez se puso serio. —Jade estarás en mis manos, en poco tiempo y haré que me devuelva el dinero que me ha robado y usted, será otro que me lo pague.
Jimmy, le sonrió de lado y le apuntó con un arma. Los escoltas de Amir, automáticamente, también le apuntaron. Los presentes están en shock, ese hombre estaba haciendo su propio hoyo. Apuntar a un hombre de la realeza, era un delito y pena de muerte.
Cuando Jimmy vio que cuatro escoltas, le apuntaba. Con más firmeza, cogía el arma.—¡Bajad las armas! — aviso mirando a los escoltas. —¡Bajad las armas o le mato! — avisó. Pero los hombres, no le hacían caso. —¡No estoy de broma!
—Baja el arma, Jimmy. — dijo Amir. —Aunque disparase, no le dejarían salir libre. Estaría condenado a muerte. — Amir habló pacíficamente. —No te condenes más.
—¿Crees que voy a dejar que me detengan? — se rió. —No, te mataré, luego lo haré con ellos y me iré sin un rasguño.
—Esto lo ves bien en tu cabeza, que tú plan funcionará. Pero no, acabarás muy mal, Jimmy. — este negó sin dejar de apuntarle.
—No, no, no me vas a liar. — lamió su labio. —Si, soy vagabundo y voy detrás de mujeres ricas. Jade fue la más tonta y la que cayó en mis brazos como una gata en celo. — se rió. —Pero la muy puta se embarazo de mi y no estaba dispuesto a hacerme responsable de un mocoso llorón. — se puso serio. —Yo saldré de aquí, tú mismo darás la orden.
—No daré ninguna orden, Jimmy. — siseó. —Dispara si quieres, pero de aquí no sales.
Jimmy, sonrió con malicia y apretó el gatillo. El sonido de un disparo se escuchó en aquella sala, todo quedó en silencio. El miedo, se apoderó del lugar. Pero todo, se había salido de control y así no era lo que habían planeado para cogerlo.
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Hola, bellas.
Perdonad el retraso, pero como dije estuve de mudanza y casa nueva y no tuve tiempo. Estaba tan liada y agotada, que cuando llegaba la noche, solo quería dormir. Pero ya estoy de vuelta y con otro capítulo de Amir y Amira, espero que os guste.
Decidme, ¿Quién fue herido? ¿Qué pasó con Amir y Jimmy? ¿Qué pasará con Jade? Os leo.
Besos desde España, nos leemos pronto.
POR CIERTO, ¿QUERÉIS MARATÓN? DECÍDMELO EN LOS COMENTARIOS.
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Una dama para el Duque 2° (saga Realeza) EDITANDO
RomansaAmir Assim Abadallah, es un Duque de Arabia Saudí. Un hombre que sufrió un desamor, pero aún el corazón de Amir, le pertenece a esa mujer. Su padre, le obliga a contraer matrimonio con la sobrina del jeque de Dubai. Amira, es una mujer que desde qu...