-Es un asco trabajar en nuestro primer día de novios- puse los ojos en blanco, no estaba siendo nada profesional al quejarse por cosas así.No cuando estamos verificando los libros contables de uno de los hoteles que corresponden al lado de la empresa, la de su padre. Supongo que es su manera de evadir las cosas.
-Deberíamos romper y cuando estemos libres ser novios- levanté la mirada buscando la suya y la que me brindó me hizo reír. -Pórtate bien que cenaremos juntos más tarde. Solos- le hice saber.
Había pedido el apartado de la azotea. Desde ahí las olas y las luces se veían de maravilla. No le diría, pero al momento de ir a cenar lo haríamos allá y no en el comedor como los demás.
Me extrañó el hecho de que se quedara callado así que levanté la cabeza en su dirección. Lo encontré mirándome. -¿Como una cita?
-Si, pero no planees nada. Yo ya lo hice- lo conozco, es capaz de armar un plan cuando yo ya lo hice.
El mío es tranquilo, cena y vino. Acompañada al cuarto y quizás la celebración dentro, espero. Quiero, tampoco voy a forzar las cosas a suceder, pero me gustaría que se den de esa manera.
...
Estaba nerviosa, y es que me había creado un mundo en la cabeza, ni siquiera tenía la certeza de que algo pasaría pero por la simple posibilidad me encontraba temblando como colegiala.
Terminé por arreglarme de manera simple y sin tacones dejando aquello como una estadía en la playa, y pese a que no tenemos planes de ir allá el ambiente era el mismo.
-Linda, Mi Vida- dijo aquello apenas abrí la puerta. Aquello me hizo contener un chillido, lindo él. Lindo se veía él con ese traje negro que me hacía desear mirarlo por horas, con esa actitud maravillosa y con ese olor delicioso que me hizo querer enterrar mi rostro en su cuello.
-¿Verdad?- quise picarlo caminando en dirección al ascensor, su mano descansó sobre la mía y la tomé, la apreté para hacerle saber que me gustan esos gestos, que me gusta el.
Cuando llegamos a la terraza en el último piso su sonrisa se ensanchó -El día 1 debe ser especial.- admití
-Ya lo es. Hemos pasado todo el día juntos y sigo queriendo más.
-Mmm- contuve una risa coqueta que estuvo a punto de escaparse y caminamos hasta la mesa, estaba servida como una especie de buffet para que tomemos lo que nos apetecía.
-¿Vino?- pregunté y sonrió -Quizás lo culpemos por hacer algo impropio más tarde- le hice saber, me había puesto lencería, quería que el me la quitara. Lo deseaba.
-La cena dejó de ser importante- acercó su copa donde planeaba servirle. -Por nosotros- brindó mientras uno de sus ojos era guiñado en mi dirección.
-Por nosotros- afirmé y el primer trago fue dado, la cena había sido maravillosa y es que no me canso de hablar con él, de escucharlo. De verlo.
El es arte, Kim SeokJin es Arte de eso no hay duda.
Cuando la noche amenazó con dejarnos borrachos de deseo y los toques sutiles de manos por sobre la mesa no nos fueron suficientes, sus ojos deseosos dieron con los míos, preguntando con esa mirada cual mostraba deseo. -Vamos a mi cuarto- le invité.
Soy una mujer, una hecha y derecha, de más de 30, soltera y mierda, enamorada de este hombre. Claro que quería estar con él. Claro que lo deseo.
Su mano apresurada tomó la mía con ganas y caminamos hasta la puerta corrediza pero no conteniéndose giró y atrapó mis belfos en un beso deseoso, chupó con ganas palpables e introdujo esa lengua suave y húmeda en mi boca haciéndome desear más que eso.
Su cuerpo duro estaba literalmente apretándome contra la pared y la necesidad creciente de ambos cuerpos pareció no tener fin. -Necesito tanto esto contigo.- admitió sobre mi boca.
-Y yo- me sinceré, este sonrió en respuesta, besó mi mano y comenzamos a caminar hasta la puerta, llegamos al ascensor con rapidez y nos mantuvimos pegados al otro negándonos a perder el calor que el cuerpo ajeno nos brindaba.
Unos dos pisos para el nuestro las puertas se abrieron y el momento se congeló para ambos, más para quien se encontraba a mi lado, este se tensó notablemente.
Kim Namjoon entró al ascensor luego de darnos una mirada rápida, sus ojos fueron a nuestras manos unidas y luego giró.
Los segundos dentro de la pequeña cápsula fueron eternos y cuando las puertas se abrieron pensé que aquella tensión desaparecería, no fue así.
-Me gustaría hablar contigo SeokJin- dijo con voz dura.
-No veo de que- su tono era duro, nunca lo había escuchado hablar de aquella manera.
-Yo si. Vamos- el mayor parecía no querer ceder. -No solo se trata de ti, de mi. Sino de Taehyung siguiendo tus pasos. Dejando la familia de lado.
-Yo no la dejé
-Vamos a hablar- detenía las puertas avisándome con esto que yo si tenía permitido bajar del ascensor.
-Vida- dijo por lo bajo y asentí sabiendo lo que pediría. -En cuanto termine yo... ¿puedo...
-Puedes venir, sin importar la hora. Voy a estar esperándote.
-Gracias- dejó un tierno beso en mi mejilla y salí del ascensor escuchando un buenas noches dirigido a mí por parte de su hermano.
Y así los planes de mi noche romántica se fueron a la basura.
Tengo antojo de 🔥
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Nayeli Mi Vida
FanfictionElla es la supervisora de planta. Una mujer tan fría y calculadora cuál lleva años sin un hombre para amar. Quién no necesita de un hombre para vivir, quién ha dejado claro en cada relación que no se dejará pisotear por nadie. Él es un hombre tierno...