Nayeli Mi Vida

Capítulo 27

Regresé al departamento con la cabeza hecha un lío, la plática con su hermano me había dejado de los nervios, es un Kim. Y no uno cualquiera, su fama lo precede. Cualquier cosa que planee para según el ayudarme puede ser poco legal.

Cuando abrí la puerta un enorme ramo de flores fue lo primero en notar en la sala, Hopper y Taehyung en el sofá. -Es para ti.- obviamente, solo...

Miré la tarjeta, eran de SeokJin e inevitablemente sonreí ante aquello. El arreglo era hermoso y enorme pero lo que más me gustó fue la frase que dejó en la tarjeta.

Te amo

En letras finas y prolijas, suyas.

Tomé el ramo y lo llevé conmigo, quería darle las gracias personalmente pero no estaba aquí, así que opté por tomarme una selfie y enviársela. Recibí un emoticón como respuesta en tan solo minutos.

Estaba feliz por su regalo pero también estaba nerviosa, mañana sería el juicio definitivo, espero. Y los nervios no me habían dejado probar bocado en todo el día.

Cerré los ojos por lo que para mí fueron unos minutos pero cuando sentí la cama removerse y al abrir los ojos noté que era de noche, y que el ya había llegado, supe que no fue así.

Iba en pijama, su cabello mojado y sus labios rojos e hinchados, también los mordía. -¿Me estás seduciendo?- mi ceño se frunció, luego noté el porque decía aquello.

Estaba en sostén, así me había recostado y dormido. -Quizás- jugué. -Gracias por las flores Mi amor.

Sonrió para mí, y unió ambas bocas de manera deliciosa lamiendo mi labio en el proceso, yo por mi parte me recosté mientras me anclaba a su cuello y de esa manera llevarlo conmigo.

Envolví mis piernas en su cadera y ahí las dejé mientras nos basábamos con ganas. -SeokJin- olía... a mujer.

Pero no era él, era la ropa que descansaba en el suelo, la que se había quitado para bañarse, lo alejé. Tomé su camisa, el olor era demasiado. Parecía que la persona que lo llevaba se había tirado todo el frasco. -¿Quién es?- el no pudo hacer algo como eso, ¿o si?

-¡Es del señor Kang! El... su esposa estaba, ella...

-No me mientas

-No lo hago, lo juro. Lo llamo, lo llamo.- tomó su teléfono y marcó, lo puso en altavoz. -Señor Kang, mi novia... mmm el perfume, ella.

-¿Me está escuchando?- lo escuché preguntar, luego recordé que éramos compañeros de trabajo y que si hablaba me reconocería.

-Si- dijo y negué alegando que no respondería. -Es tímida.

-Señorita, lamento generarle inconvenientes, a mi esposa se le rompió un frasco de perfume en la maleta que llevaría y toda mi ropa, yo y quien me rodeaba está impregnado con el perfume, lo lamento.- asentí alegando que le creía.

SeokJin se despidió y agradeció, mientras yo moría de vergüenza, -¿Algo que quieras decir?- náuseas

Corrí hacia el baño y vomité lo poco que había en mi estómago, aquel perfume me había revuelto el estómago. Ni siquiera me percaté que no había cerrado la puerta hasta que su mano acarició mi espalda en modo de ayuda. -Lo siento

-No te disculpes por esto

-Es por el perfume- lo vi reír

-Si no te hubieras tomado la pastilla creería que estás embarazada.

-Chistoso estás- limpié mi boca

-Voy a prepararte algo para cenar y lavaré la ropa para quitarle el olor.

-Gracias- dejó un beso en mi frente antes de perderse por el pasillo fuera de la habitación.

No estaba embarazada. Solo había estado dentro de mi una noche, en más de una ocasión pero solo una noche, y si me tomé una pastilla, en el tiempo establecido.

Quizás algo me cayó mal.

Fui a mi pastillero y tomé una pastilla que me ayudara con la digestión, tampoco podía pasar por alto el hecho de que en todo el día no quise probar bocado prácticamente, pero aquello se debe a la llamada del padre de SeokJin.

-¿Porqué no me dijiste que mi padre te llamó?

-¿Quien...

-Namjoon me llamó- tenía su teléfono y en la mano -¿Qué te dijo?

-Ya debes saberlo- me acomodé y en la cama, quería seguir durmiendo.

-Pero quiero que me digas lo que dijo- no respondí, se recostó a mi lado y me envolvió en un abrazo, -Lo siento, no quiero traerte más problemas.

-Tranquilo, lo puse en su lugar

-¡Esa es Mi Vida!- volvió a acomodarse -¿Ya estás mejor?- ¿acaba de tocarme la cadera? Lo hizo, repitió el movimiento incluso. Quiere seguir en lo que estábamos pero ya había perdido el interés, ahora solo tenía sueño.

-Ve a hacerme de cenar

-Consentida que te tengo- ¿y si estoy embarazada?

-SeokJin...- no podía decirle algo así, pueden solo ser bobadas mías, quizás lo preocupe de más. -Quiero mucha cena, ve.- lo hice lejos y lo vi alejarse entre risas.

-Si estás nerviosa por mañana puedo pedir el día y acompañarte- negué, pidió un permiso para llegar tarde, así testificar, era demasiado.

-Estoy bien, tranquilo.

¿Y si solo estoy enfermando? No, deben ser los nervios nada más.

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