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Despertó asustado.

 Últimamente, aquellos sueños hacían que quisiera pasar las más recientes noches sin dormir, aunque esta vez, no pudo seguirlo manteniendo. 

Se dispuso a realizar la misma rutina mañanera; había una misión pendiente por realizar, razón por la cuál, estaba de viaje en Londres, Inglaterra.

Dirigido a la misión tomó un taxi que le dejara lo más cerca del lugar a exorcizar. Se le había informado que  un grupo de jóvenes hechiceros no consiguió salir, por lo que también querían que Satoru les comprobara lo que ellos ya temían.

Al llegar al edificio, sus ojos ya sabían qué clase de maldición era, por lo que tenia que ingresar si quería encontrar los cuerpos de los jóvenes hechiceros, aunque las posibilidades de que estuvieran vivos, eran casi cero. 

Ingresó al enorme edificio abandonado y observó alrededor. 

Dentro de la maldición pudo sentir a un solo hechicero, lo cuál le parecía tan extraño, porque la energía sentía recordarla de tiempo atrás. 

Siguió el rastro, por lo que cada vez más, la sensación se reforzaba. Los pasillos parecían interminables. Estos se caían a pedazos en algunas partes, y un olor nauseabundo invadía su nariz. Los pasillos poco a poco se iban cubriendo de espejos y como si de sus recuerdos saliera, se escuchó su voz.

Se le erizó la piel y no solo porque escuchaba la voz de un muerto, sino porque esa voz, era la de ella. 


Deja Vú - Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora