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–¿Estás nerviosa?– Le comentaba Nanami a Chiyoko, quien parecía que se desmayaría. Ella respiró hondo. Sí lo estaba, pero si lo reconocía, temía que al darse la razón empeorara su estado.

Lo miraba a él al fondo, esperándola bajo el arco de rosas blancas, escuchando la melodía nupcial y sujeta de Nanami, quien la llevaría al altar. A pesar que aquella ceremonia no era oficial fue eso mismo que le hizo aceptar de nueva cuenta hacerlo,  ya que esto no afectaba ni era para Ada, sino para ella, Chiyo Geto.

–Evita que me caiga– Dijo casi en un suspiro a su contrario, que esbozó una sonrisa como respuesta.

Habia solo caras conocidas, pero solo importaba una, que vislumbraba en ese traje blanco,y dejaba al descubierto sus hermosos ojos azules y él, al verla, dejó caer de estos algunas lagrimas.

La tomó delicadamente de la mano y el mundo se redujo en ese instante a ellos dos.

–Te tomo a ti, Chiyo Geto, para amarte y respetarte, para cuidarte, en la vida y en la muerte, yo me entrego a ti, para siempre.– Gojo colocaba su anillo en el dedo de Chiyo, quien conmovida, lloraba sus lagrimas de colores. 

–Y yo te tomo a ti, Satoru Gojo– ella tomó aire y parpadeó un poco, para evitar que el llanto aumentara. – ni la muerte podrá impedir que te ame para siempre.– ella le colocó el anillo y este, le regresó el gesto con un beso en los labios.

"Puede besar a la novia" mencionó el juez justo cuando él la besó.

Hubo aplausos pero ellos no escucharon, por la felicidad que inundaba su mundo de dos.

No lo creian. Finalmente, después de tantos años.

–Te amo, Chiyo– Pegó su frente a la de ella y esta sonrió.

–Y yo a ti, Satoru– decía, mientras una luz blanca inundaba la habitación. Los ojos del joven se nublaban en lágrimas, y la abrazaba sabiendo que su tiempo había terminado.

–Gracias– la chica le agradecia al entender todo, mientras la luz iridiscente en la que se convertia, absorbia las partes más oscuras del salón.

–Nos vemos, cariño– Este respondio tras sonreir y ella, con amor, le obsequio una vez más en un beso, su ultimo aliento. 






Deja Vú - Satoru GojoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora