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Había preparado la bañera con agua calentita, espuma y bombitas de baño. El agua estaba calentita y linda para su cuerpo, por lo que agradeció la atención, cerró los ojos y intentó relajarse al menos por un rato.

Sus manos aún temblaban, las zonas golpeadas palpitaban y sus ojos picaban. Era tan molesto.

El aromatizante de canela entraba por sus pulmones y liberaba su canal respiratorio, pudo notar eso al respirar de forma más profunda. Inhaló el rico olor y lo dejó salir disfrutando las pequeñas sensaciones nuevas.

Por mientras, una esponja fría con jabón que pasaba por su espalda delicadamente lo ponía nervioso, pero nervioso bien porque era su novio quién lo estaba cuidando sin otras intenciones. Solo eran ellos en contra de todo el resto del mundo, de su violencia y sus espinas que dañan a cada rato.

— ¿Seguro que no te molesta que esté aquí? -La voz del mayor era tranquila, suave-

Jisung no respondió, solo negó con la cabeza. Su rostro estaba a centímetros de hundirse en el agua, estaba rojo de vergüenza tanto por exponer su cuerpo como su alma. Evitaba el contacto visual a toda costa por su propio bien.

Todavía estaba adolorido por la caída, pensó que Lee también estaría así y le dió pena hacerlo pasar por ese dolor. Peor fue pensar en que lo vieram en ese estado deplorable, hiperventilado y perdido mentalmente. Pero también agradeció que fuera su pareja quién lo encontrara porque ahora estaba siendo atendido a pesar de no haberle dicho nada de lo que pasó.

Sin ninguna explicación de por medio Lee se estaba tomando el tiempo de ayudarlo, de acompañarlo y mimarlo. Era un gesto lindo.

El mayor estaba siendo bueno con él, sin preguntas de por medio.

— Lo siento...

— Ya dijiste eso como diez veces cariño, está bien -Una vez terminó de limpiar la espalda del chico lo hizo levantar la cabeza- ¿Tú estás mejor?

El de menor estatura asintió con una sonrisa triste, el color rojo en sus mejillas se atribuía a tantas cosas, sus ojitos hinchados a los llantos y su cabello humedo al baño.

Pero delante de esa imágen, Minho, estaba lejos de sentir lastima o pena. Su novio era tan lindo que a pesar de todos estos factores afectando su rostro, se seguía viendo bien. Lo que sentía era tristeza al pensar en todo lo que el chico habría vivido esos minutos antes de verlo.

— Te voy a lavar el cabello, quieres? -Otro asentimiento- Cierra los ojitos~

Lee tomó la regadera de la ducha, esa que se movia con la manguera y mojó bien el cabello del chico. Puso el shampoo y masajeo el cuero cabelludo con las yemas de sus dedos.

Se tomó todo el tiempo del mundo, con paciencia y con amor, el mayor no le dió importancia a lo íntimo que era ese momento, si bien varias veces se habían visto en poca ropa esto era diferente, muy diferente. Pero no pensaba en eso, pensaba en como ayudar a su novio para estar bien.

Por eso lavó su cabello con amor.

Enjuagó y puso acondicionador, era un baño de crema especial para cabellos teñidos que le vendría genial al menor. Debía dejarlo reposar un rato y fue el mejor momento para hablar, ambos lo sabían habían miles de cosas para decir.

Enamorado Tuyo ♡ MINSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora