Arma Blanca (Libro 1)

Un beso (9)

Dámaso

Acompaño a Kala a su despacho y entro junto a ella para estar seguro que no corre ningún riesgo

-no era necesario que me acompañara- me asegura

-lo sé, pero no estaría tranquilo dejándola sola-

Se detiene delante de su escritorio y voltea a verme aunque tiene que ver para arriba ya que ella es más pequeña que yo.

-Se lo agradezco-

Su sinceridad me sorprende pero no porque crae que es mentira o algo así, es porque su tono de voz ha cambiado completamente; ha adquirido una tonalidad dulce.

-disculpe las molestias que le he causado y también mi forma tan mezquina de tratarlo pero si soy así es porque esa es mi forma de ser; además ya le he dicho que no me gusta crear vínculos con mis clientes-

-La entiendo perfectamente pero quiero aclararle que yo no soy un cliente cualquiera-

-Creo que es mejor que se retire; debo de hacer algunas llamadas y arreglar el asunto de los hombres que nos persiguieron-

-Está bien- sé que me debo de ir, ella tendrá muchas cosas que hacer pero aún no estoy seguro de dejarla sola.

Decido que dejaré a unos de mis hombres vigilando el lugar y cuidando de ella.

Ella se voltea para ir a su asiento pero antes que pueda avanzar la tomo del brazo y en un fácil movimiento hago que me vea y sin aviso alguno tomo su rostro entre mis manos y junto mis labios con los suyos.

Es rápido, un beso fugaz que apenas me deja saborear sus labios y sentir su suave textura pero me es suficiente para que los latidos de mi corazón aumenten su marcha.

Si no me preocupara más su reacción que mis sentimientos ahora mismo me estuvieran cuestionando mi reacción.

Luce sorprendida pero cuando se aparta de mí levanta su mano con intención de darme una bofetada pero a mitad de camino detiene su mano y la empuña bajándola negando con la cabeza.

-es usted todo un caso señor Dámaso -

-le advierto que no me fue suficiente-

-Pero se tendría que conformar con eso-

-no apostaría a mi suerte si fuera usted- le respondo con una sonrisa -esperaré con ansias por volver a verla-

Me despido de ella y salgo de su oficina para dirigirme a los ascensores.

Cuando estoy dentro y veo que la estancia está despejada me apoyo contra la puerta metálica y remuevo mi cabello en confusión.

<Creo que tuvo razón en advertirme que podría causar estragos en mi vida>

-Kala Price- suelto en un suspiro -me confundes cada vez más, en un momento me exasperas y en otro haces remover todo mi mundo- sonrió ante mis palabras

<Estoy perdido>

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳

-¿Qué información tienes?- pregunto a Diego cuando se sienta en la silla frente a mi escritorio

-Nada relevante la verdad- entrelaza sus dedos y me ve con aburrimiento -Esos tipos no eran hombres de Nixon; eran unos matones pero nada más -

-¿Qué relación podrían tener ellos y Kala?- pregunto más para mí que para él

-Es abogada, seguramente más que alguno quiere matarla-

-Tan sutil- digo

-es la verdad - le resta importancia - no creo que de adorno mantenga tanta seguridad-

Tiene razón, a pesar que es un guardaespaldas el que se mantiene más cerca de ella, siempre esta rodeada de muchos más.

Se nota que no se fia de cualquiera, talvez por ese motivo también es renuente conmigo.

-¿Te tiene dando vueltas?- la pregunta de Diego me saca de mis pensamientos

-¿De que hablas?-

-Ella, la abogada; ¿tanto te gusta?- su atención está puesta en mi cómo quién ve un ovni.

-Me atrae, pero parece que me ve como si fuese poseedor de una enfermedad viral-

-Entonces damos todo por perdido-

Niego con una sonrisa -No lo creo...-

-¿Que hiciste?- se inclina sobre el escritorio para no perder nada de información

-La bese- mi sonrisa es amplia.

Un simple rose que quiero repetir; nunca pensé que un beso pudiera causar tanto.

-Ah- le resta importancia -Yo pensé que había pasado algo interesante -

Enarco una ceja -Es un paso teniendo en cuenta de quién estamos hablando -

-Tienes razón, pero eso no nos indica nada-

Recuesto mi espalda en el respaldar de la silla y me pierdo en mis pensamientos.

Está es la primera vez que una mujer no siente interés por mi; pero también es la primera vez que está necesidad se despierta en mi interior. Me replanto hasta donde puede llegar esto. Si ella sigue rechazandme lo mejor es no insistir; está curiosidad puede ser pasajera.

Nunca experimente ese famoso nerviosismo y las mariposas del enamoramiento; nunca me interesó, tengo más responsabilidades.

Pero puede pasar, puede que en algún momento alguien me guste lo suficiente para querer unir mi vida con la de ella. No descartó esa posibilidad pero si Kala es esa persona creo que no llegaremos a ningún lugar; no pienso rogarle por atención, tampoco insistirle; tengo un límite.

No sé ni porque pienso en esto, estoy llevando las cosas muy lejos.

Niego con la cabeza queriendo ocupar mi mente en otra cosa. -¿Sabes a dónde fue mi madre?- le digo a Diego que me observa con diversión

-Dijo que iría a la peluquería, últimamente a estado algo decaída-

-Esta aburrida, no he podido pasar tiempo con ellas y ahora con lo de Nixon las cosas se han complicado-

- Algo me dice que esto no ha acabado - estoy de acuerdo con el

-Debe tener algo planeado, no habría enviado esa información si no tendría algo debajo de la manga-

-¿Cuando es el juicio?-

-Aun no hay fecha, la rubia pretenciosa quedó en enviarme la información cuando le fuera notificado - paso mis manos por mi rostro -Se que saldré librado, he comprobado la veracidad de mi abogada-

-Debes seguir con ella- debe ver la curiosidad en mi expresión porque prosigue -Me refiero como abogada, Nixon hará algo más y necesitamos a los mejores abogados de nuestro lado, ella debe mantenerse en nuestra lado.-

-No sé si lo haga...-

-Ella es profesional, mientras tu insistencia no pase a acoso todo estará bien -

Frunzo en ceño -No la acosó -

-lo se, solo digo-

-mejor levántate, ya me cansé de escucharte- me levanto de mi silla y el me imita -Vamos, quiero revisar las bodegas, tuvimos que parar la exportación debido a todo esto; no podemos descuidar la mercancía -