Arma Blanca (Libro 1)

Cena (16)

Kala

Cuando salimos del juicio tengo intenciones de irme hasta que siento un agarre en mi muñeca.

Cuando volteo a ver de quién se trata me encuentro de lleno con el señor Coronado.

-Usted y yo tenemos algo pendiente- dice con seguridad

Me suelto de su agarré -Lo espero en mi oficina - respondo sin mas

Conduzco mi auto para llegar a mi despacho y cuando llegó voy directamente al ascensor. Subo hasta llegar a mi oficina y dejo mi bolso en mi escritorio.

Solo es cuestión de segundos para que escuche la puerta ser abierta nuevamente.

Cuando me giro compruebo que el señor Dámaso está en mi oficina.

Camina en mi dirección dejándome entre su cuerpo y mi escritorio, tengo que ver para arriba para poder verlo a la cara.

-Quiero una respuesta - demanda

-Ya le di una respuesta-

-Ya no soy su cliente, quiero que me responda diciéndome que no le interesó en lo absoluto -

-Soy una mujer decidida, mis desiciones no son fáciles de cambiar - digo con voz fría

Siento como se tensa -¿Entonces debo de tomar sus palabras como un rechazo?-

Le sonrió de forma burlona jalando el cuello de su camisa asiendo que se acerque más a mí -Le tengo una propuesta-

Su vista recae en mis labios y después regresa a mis ojos -¿Qué propuesta?-

-Ya no es mi cliente, a eliminado el primer problema, ahora, debe eliminar el segundo inconveniente -

Lo he pensado mucho, como profesional ya no hay inconvenientes, ya finalizó el juicio así que nuestro lazo como cliente y abogado termina aquí. Pero aún así, no confío en él, con los únicos hombres que me he involucrado son con quienes pase mucho tiempo y genere una mínima de confianza. Nadie que entró a mi vida de la noche a la mañana; así que si, el Sr. Coronado debe ganar esa mínima confianza. Aunque sea algo pasajero.

- Gane mi confianza -

Dámaso

Una de mis cejas se dispara hacia arriba.

Ganarme su confianza, eso quiere decir que existe una posibilidad, que está accediendo

-No le pido una relación - sigue hablando - pero no cualquiera entra en mi vida, ni por diversión o amistad. Así que, si quiere relacionarse conmigo debe ganarselo-

Me inclino un poco para estar más cerca de su rostro, llevo mis manos a sus costados y las apoyo en el escritorio.

-Si está accediendo a esto...quiere decir que también se siente atraída hacia mí -

Su sonrisa burlona crece -Si no fuese así, ¿Creer que lo hubiera dejado entrar a mi oficina?-

Rozo mi nariz con la suya sin dejar de verla a los ojos -Acepto- digo sobre sus labios - No importa cuánto tiempo me tomé, pero haré que confíes en mí -

Sin restringir mis acciones desaparezco la distancia que aún nos separa; junto nuestros labios y ella corresponde.

No sabía la satisfacción que se siente cuando te corresponden un beso hasta ahora; cierra sus ojos y la beso como desee desde la primera vez que la vi. Ella enrosca sus brazos en mi cuello y se para en la punta de sus pies; llevo mis manos a su diminuta cintura para mantenerla cerca de mi.