Confiar (24)

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Kala

Cuando tocan mi puerta voy casi corriendo a abrir

Dámaso me brinda una sonrisa antes de pasar.

-Buenas noches rubia- dice acercándose a mí.

Toma mi cintura y inclina su rostro en mi dirección para darme un beso lento.

Acuno su rostro entre mis manos y su barba me hace cosquillas.

Se separa de mi y hace que de una pequeña vuelta para observar mi atuendo.

-Joder Cariño- suelta -Te ves tan hermosa; aunque eso ya lo sabes-

Me muerdo el labio por sus palabras; cada vez que me llama cariño algo en mi pecho se estremese, mi estómago se remueve y sin necesidad alguna se forma una sonrisa en mi rostro.

Tomo su mano y entrelazó nuestros dedos; una parte de mi nunca se acostumbra a realizar esta acción

-Vamos, que estoy ansiosa para saber que preparaste-

Su sonrisa crece y besa mi mano -Entonces vámonos-

Tomo mi bolso y al salir cierro la puerta, no suelta mi mano en todo el camino a la salida y me guía hacia su auto.

Veo a mis hombres subirse a otro vehículo para seguirnos el paso.

Tomo asiento en el lado del copiloto y rodea el auto para ocupar el lugar del conductor.

Cuando arranca el auto empiezo a molestarlo -¿A dónde vamos?-

Su mirada va a mi por un momento antes de regresar su atención a la carretera -Es una sorpresa - asegura

-¿Estoy vestida para la ocasión? No sabía que usar-

-Te vez perfecta, podrías ponerte cualquier cosa que siempre te verás perfecta - dice con una sonrisa

Me estiró un poco y beso su mejilla

-¿Descansate?- pregunta

-Si, me pase viendo películas y comiendo dulces-

-Me parece estupendo, trabajas mucho y debes de darte un tiempo para tí. La próxima te acompaño en la maratón de película-

-Me parece bien, pero te advierto que mi maratón de películas se basa en la categoría de terror- le advierto

-¿Cómo es posible que tengas el rostro de un ángel pero que seas toda una diablilla?- pregunta con una sonrisa

-No es así, mi alma es pura-

Lo escucho reír y yo también río

-Quiero advertirte algo- dice más serio - Yo...no sabía cómo hacer de esta una cena perfecta para tí, como sabes no soy alguien de citas..me refiero a que nunca he invitado a alguien a salir...-

Habla tan rápido que apenas entiendo; pongo mi mano en su antebrazo para tranquilizarlo y su vista va brevemente a mi.

-Calma- digo aguantando la risa

-Perdón- a pesar de la oscuridad puedo notar como su cuello se a puesto rojo -Lo que quería decir es que no sé si lo que plane fue lo más apropiado-

-Mientras no sea un prostíbulo creeme que estaré bien- bromeo

Voltea a verme con mala cara y río entre dientes

-Ya, estoy segura que lo que planeaste me va a gustar-

-pero si no es así dímelo y podemos hacer lo que quieras -

Arma Blanca (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora