Compras (26)

583 32 0
                                    

Dámaso

Aparto la silla para que Kala tome asiento, yo me posicionó frente a ella y le damos nuestra orden al camarero.

-¿Cómo ha estado tu día?- intento establecer una conversación

-Bien, muy bien la verdad; envié a los tribunales la evidencia contra unos corruptos y ayude a una compañera de trabajo en un cazo sobre una mala inversión- sonríe llevando uno de sus mechones rubios tras de su oreja -Y un atractivo hombre llegó a mi oficina-

Sonrió encantado por sus últimas palabras -me alegro por ello-

-Y después llegaste tu-

Mi sonrisa se borra y ella suelta una suave carcajada, toma mi mano por encima de la mesa y la dirije a sus labios. Deja un pequeño beso y veo su rostro sonrojarse.

Quedó anonadado por su acción ya que me parece de lo más tierno.

-¿Cómo ha estado tu día?- pregunta regresando nuestras manos unidas sobre la mesa

Aprieto nuestro agarré -Tranquilo, mañana debo de ir a verificar unos negocios a uno de mis hoteles pero nada relevante -

Ella asiente ante lo que digo. Es tan bonita, me gusta tanto no solo por su físico porque soy más que conciente de lo bello que es su corazón.

-me alegra saber que ahora me permites invitarte a salir-

Se encoje de hombros -Ya paso un tiempo desde el juicio, en si nunca me importó el que dirán pero no quiero perjudicar mi perfil profesional -

-mi madre sigue insistiendo en que te quiere conocer -

Es cierto, hoy antes de salir me recordó que no me dejara tranquilo hasta hablar con su nuera.

-¿Crees prudente que me conozcas? Digo, al fin de cuentas no somos pareja-

Siento un ardon en el estómago ante sus palabras pero me obligo a sonreír

-Eso ella ya lo sabe pero parece no importarle-

-Por mi no hay problema, me has hablado muy bien de tu madre y de tu hermana, talvez nos lleguemos a llevar bien-

-Creeme les vas a encantar- aseguro

-No quiero espantarte- dice de forma tímida- pero me gusta pasar tiempo contigo, y que hablemos así sin formalidades -

-A mi también me gusta estar contigo-

El camarero llega con nuestros platillos y comemos intercambiando opiniones, ahora su risa es más usual en nuestras conversaciones y su sonrisa ya la conozco de memoria.

-¿Qué harás el resto del día?- pregunto cuando terminamos de comer

-pensaba en ir de compras-

-¿Te molesta si te acompaño?-

-¿No te vas a aburrir? Creeme yo de compras soy algo peligroso de ver- me advierte

-creo que me arriesgaré -

Pago la cuenta y así nos dirigimos al centro comercial.

Cuando Kala me advirtió que verla de compras era algo peligroso no creí que me lo dijera en serio.

Arma Blanca (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora