Un trato (25)

622 33 0
                                    

Dámaso

Nunca me gustó dormir abrazando a alguien, cuando me acostaba con alguien no pasaba la noche que esa persona, pero esa fue la postura con la que me levanté, abrazando a mi rubia, aferrandome a ella como si no quisiera que nada nos separara.

Me permitió pasar la noche con ella y ahora no quiero dejarla ir. Nunca se había sentido así. Todo lo relacionado con ella me resulta especial.

Ya amaneció y he estado despierto desde media hora; no quise irme y dejarla como si nada así que decidí preparar algo de desayunar.

<<Misión imposible>>

Digamos que las clases de cocina aún no dan sus frutos.

Así que opte por la salida fácil y pedí comida a domicilio, es una suerte que se pueda abrir por dentro sino el repartidor se deberia quedar afuera.

Acomodo la comida que pedí y espero que Price despierte.

-Crei que ya te habías ido- escucho que dicen a mi espalda.

Cuando volteo encuentro a Price bostezando; camina hasta mi. sonrió y beso su frente -Buenos días cariño. ¿Por qué pensabas que me había ido?-

-Ya conseguiste lo que querías - le resta importancia y una parte de mi se ofende

-Estas muy equivocada si piensas que aquí se acabó todo- digo con seriedad

-¿No?-

-No, quiero seguir viéndote, pasar tiempo contigo y que se repita lo de anoche- digo con seguridad

Abre sus ojos en sorpresa -Te dije que no quiero una relación -

Mi estómago se remueve en disgusto pero no me inmutó.

-Yo tampoco, pero me gustas, me atraes, podemos llevar esto sin involucrar sentimientos-

Parece pensarlo pero termina asintiendo -Tengo mis condiciones -

-Te escucho -

- Exclusividad - dice con seriedad - no quiero que mi hombre esté con una mujer que no sea yo-

Eso me hace sonreír; Mi hombre, Su hombre. Nunca me gustaron los términos de suyo y mío, no me miraba perteneciendole a alguien; pero como era de esperarse, Price hizo que me tragara mis palabras.

-lo mismo te digo a tí, no quiero que ningún idiota se acerque a la mujer que quiero solo para mí -

-Soy celosa- me advierte - no voy a tolerar amiguitas de ningún índole-

-Tampoco aguantaré a ningún tipo que quiera algo contigo-

-Nada de sentimientos - dice como punto final -Si se empiezan a crear sentimientos amorosos esto se termina-

-Hecho-

Al tener nuestras condiciones la invito a desayunar y así nos pasamos la mañana; me regaña por estar aprendiendo tan lento de sus clases de cocina para después limpiar los platos que usamos.

-¿Nos vemos para el almuerzo - pregunto antes de irme, llevo uno de sus mechones rubios detrás de su oreja

-Esta bien-

Me permite ver una pequeña sonrisa de esas que no le dedica a nadie, esas sonrisas auténticas que me hacen sentir especial porque se que no con cualquiera deja de ser tan mezquina.

Arma Blanca (Libro 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora