Arma Blanca (Libro 1)

El juicio (15)

Kala

El día del juicio a llegado

Estoy esperando al señor Coronado para poder irnos y realizar los trámites necesarios antes que inicie el juicio.

Me veo en la cámara de mi teléfono comprobando que mi maquillaje siga impecable.

Llevo un pantalón de tela color verde oscuro con un zaco del mismo color, una blusa con escote en forma de corazón y detalles en encaje, unos tacones negros que se atan en mi tobillo y mi cabello en una coleta alta ya que a crecido un poco y me llega a los hombros; Mi maquillaje simple y discreto en colores cafés.

Cuando la puerta de mi oficina es abierta no me es necesario voltear a ver quién.

-Buenos días Kala- saluda galante -Te vez preciosa-

Cuando guardo mi teléfono y le prestó atención lo detallo.

Lleva unos pantalones de mezclilla azul, un zaco a color junto a una camisa blanca, una corbata a juego y unos zapatos de vestir negro; su cabello negro perfectamente peinado y la barba de días recortada en forma de candado.

<De verdad es muy atractivo>

-Buenos días señor Dámaso - finjo desinterés

Se acerca a mi con intencion de besarme pero cubro su boca con mi mano.

-Recuerde que debe ser profesional - le recuerdo con seriedad

Toma mi mano y deja un beso en el dorso de esta -Disculpe mi insistencia pero no puedo evitarlo -

-Por hoy tendrá que evitarlo-

-Solo hasta que termine el juicio- sonríe.

-no debemos de perder más tiempo- digo apartandome de él y tomando mis llaves -vamos-

·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳

Cuando llegamos al tribunal tramitamos lo necesario y le indico a mi cliente en dónde se debe de dirigir.

Veo a la audiencia y puedo distinguir entre ellos al socio rubio del señor Coronado, su madre y la que creo es su hermana.

Examino a las personas del jurado y a mis adversarios. Una mujer de unos veintiocho años, de pelo negro y ojos castaños, piel blanca y un poco más baja que yo.

Cuando el juez llega nos indica orden para después dar inicio al juicio.

-Le doy la palabra a la fiscal del ministerio- dice cómo primer punto

-Le pido suba al estrado al Señor Dámaso Coronado-

Mi cliente sube al estrado y repite el juramento que el policía le indica

-Señor Coronado, ¿Puede decirme en dónde se encontraba cuando se enteró de las noticias donde lo unifocaban al tráfico de drogas ?- pregunta la fiscal

-En un bar-

-¿Puede decirme el nombre del bar?-

-Luz nocturna-

-¿Hay alguien que pueda verificar su estancia en ese lugar?-

-Posiblemente el barman que me atendió -

-¿Cómo se enteró de la noticia?-

-Mi socio, Diego Mare, fue quien me llamo informándome-

-¿Puede decirme porque las facturas enviadas a las noticias están a su nombre?-

-Porque esas compras son mías- dice de lo más tranquilo

-¿Entonces confiesa que es usted parte de este tráfico?-