Kala
Cuando Dámaso cierra la puerta suelto un grito que me desgarra la garganta
Maldita sea
¿Por qué tiene que ser tan difícil?
¿Por qué lo amo?
Estoy furiosa, quiero matarlo con mis propias manos
Cómo se atreve a venir a hacer tambalear mi fuerza de voluntad.
El día que terminamos se que hablo bajo el efecto del enojo, que lo que dijo posiblemente ni el mismo se lo creía pero eso no perdona su forma de actuar.
Si no mejora su carácter lo que nos espera son peleas y una relación tóxica.
Si el quiere algo conmigo debe de aprender a controlarse.
<<¿Estonces piensas darle una segunda oportunidad?>>
<Conozco a Dámaso, y si de verdad me quiere y quiere hacer las cosas bien aprenderá a controlar ese carácter suyo conmigo>
<<¿Entonces para que todo el espectáculo?>>
<Para dejarle en claro que no voy a estar esperando por él, que o mejora o se jode>
<<Creo que hiciste bien>>
<Gracias>
Tomo una profunda respiración aguantando las ganas de llorar
Cuando me dijo que me ama por un momento mis muros se derrumbaron. Pero me contuve y mantuve mi postura firme.
<No todo en la vida se optiene fácilmente señor Coronado; y eso lo aprenderá conmigo>
Sonrió y tomo mi bolso para salir de mi habitación
·˚ ༘₊· ͟͟͞͞꒰➳
Mis planes eran salir de fiesta, ir a un lugar con buen ambiente y olvidar el dolor en mi pecho.
Algo que no pasó ya que mi ánimo quedó por los suelos.
Termine caminando en los alrededores con mis guardaespaldas siguiéndome; de lo contrario no estaría tan tranquila caminando de noche en un lugar solitario.
Mis pasos me llevaron a un campo de fútbol; el césped está bien recortado y está alumbrado por cuatro luces grandes que están en los costados de cada tarima.
Hay unos muchachos entrenando, no deben tener más de veinte años; hacen pases cortos o algunos ejercicios; unas tres chicas los acompañan y otros dos muchachos que no parecen tener ánimo de entrenar. Están algo alejados de dónde me encuentro pero no me importa.
Sigo caminando alrededor hasta encontrar un lugar donde sentarme; mis pies cuelgan y me entretengo viendo cómo juegan.
En mi país es más común las prácticas de fútbol soccer o el básquet; es entretenido ver cómo se juega esto.
Todo está tranquilo hasta que se percatan de mi presencia; un chico de piel chocolatada y cabello con rastras es el primero en notarme, le da un codazo al pelinegro junto a el quien de inmediato voltea a verme.
Me sonríen y les devuelvo el gesto; sin proponermelo capto la atención del grupo.
Solo es cuestión de minutos para que cambien de lugar y se acerquen a mi; a dos bancas abajo de mi se sientan las chicas que los acompañaban mientras que todos los hombres (incluyendo los que no querían entrenar) se exparsen por el campo jugando con desempeño.
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Arma Blanca (Libro 1)
RomanceLo peligroso es atrayente. Está historia es de mi propiedad y completamente ficticia, cualquier parentesco con la realidad es mera coincidencia. Primer libro de la saga "Armas de fuego"