Arma Blanca (Libro 1)

Prólogo

¿Han escuchado que después de la tormenta viene la calma?

Pues eso no es cierto cuando uno mismo es la tormenta.

Así soy yo, soy una tormenta que arrasa con todo. Soy destrucción pero al mismo tiempo la calma.

Soy quien puede mover el mundo con solo chasquear los dedos pero que cuando es benevolente puede ser la encarnación de una santa.

Voy por el mundo sabiendo el poder que poseo y todo aquel que quiera involucrarse en mi camino debe de pensarlo dos veces.

Uso la ley a mi favor y hago justicia por mi mano.

Soy mujer y por eso mismo las personas me tienen miedo, porque soy esa mujer que no necesita de nadie para tenerlo todo.

Mi vida es un desastre ordenado, perfecto a mi estilo y que no tengo planeado cambiar.

Tengo un modo muy peculiar de ser, tengo un gran sentido por la justicia pero no voy a negar que soy ambiciosa y materialista.

Además soy orgullosa, la verdad es que soy todo un caos. Y estoy mas que feliz por ello.

Tengo una buena vida, me doy el lujo que quiera gracias a la herencia de mis padres y mi implacable trabajo como abogada penal.

Pero la verdad es que no todo es fácil y mucho menos cuando estás del lado de la justicia.

Mi vida está rodeada de personas peligrosas y por eso mismo me encargo de estar acompañada por mis guardaespaldas pero... Pueden existir excepciones.

Y más cuando las excepciones miden dos metros y tiene unos hipnóticos ojos grises.

Ya saben, lo peligroso es atrayente.