*Ethan*
-¡Pascal!, es enserió, nuestros padres nos comprometieron. -Se escuchaba un sollozo algo largo tras el teléfono.
-Solo dime que quieres cortar conmigo... no quiero pelear con Casandra por ti.
-Pascal, cielo, te quiero... -¿me quieres? -Sí, ¿por qué?
-Me quieres, pero no me amas, se que odias a Casandra, por eso encuentro absurdo que quieras romper conmigo, por su compromiso. Así que deja de mentir. Dime la verdad.
Vaya esto me estaba doliendo, Pascal era la chica que me hizo decidir volver a intentar las cosas, ya teniamos un año de novios, debo admitir que a pesar que era mejor amiga de Casandra, siempre se ponía de mi lado. Ella era muy especial, pero tenía razón, la quería no la amaba, nunca le puse la mano encima, a pesar que todos creían que la llevaba a los salones abandonados para tener relaciones, hacíamos otras cosas, hablábamos, escuchábamos música, bailábamos jugábamos...-¿Ethan? -¿Si? -Dije volviendo a la realidad. -Por favor.... te lo ruego... dime la verdad...
-Te quiero mucho Pascal, te agradezco tanto por lo que has hecho por mí, gracias a ti decidí volver a intentar las cosas con una mujer.... pero no quiero que tengas problemas cuando veas las noticias de la prensa...
Se escucho un silencio, que se alargaba más con los segundos que pasaban, hasta que se escucho el sonido cuando se corta la llamada... suspire cerrando los ojos por un momento, los abrí en algún instante y vi a Casandra en un árbol sentada, con su mirada perdida, era obvio que no estaba segura de la decisión que había tomado hace unos momentos, nos detestabamos desde niños, para mi siempre fue una presumida sin cerebro, y para ella, yo era un inútil bueno para nada, pero ahora teníamos que volvernos amigos si queríamos que nuestro "compromiso" funcionará, me acerque a ella lentamente, ella noto mi presencia después de haberme sentado al lado de ella, no me miró, pero se movió un poco.
—¿Estas bien? –pregunté algo preocupado.
—¿Hablaste con Pascal?... -Dijo sin siquiera voltear a verme, solo tenía su mirada en el suelo.
—Sí, terminé las cosas con ella. Conteste ya que era evidente que no quería responder a mí pregunta, ella volteo deprisa, un poco sorprendida.
—¡¿Qué?!, ¿por qué?, ¡tú me odias!, ¿no?....
—Claro, pero tenemos que empezar a cambiar eso, llevamos odiandonos por casi once años, es hora de un cambio, ¿no crees?
Su expresión mostró un destello de confusión, y desconfianza.
—¿No me vas a envenenar cuando sea tu amiga?
Solté una carcajada con su pregunta, pero más con su expresión, demostraba inocencia, era una de las pocas veces que podía ver a la inocente Casandra Villalba y no a su versión defensiva.—¡No tía!, no soy de esos. –Mm, no se, aun no confío del todo en ti. ¿Por qué rompiste con Pascal?
La sonrisa que tenia hace un momento desapareció, y se volvió una expresión vacía.—Mira que...yo la quiero. –Querer no es igual que amar. –Refutó ella, mirándome sería.
—Lo se, todo el mundo cree que hacemos cosas... en los salones vacíos.—¿No lo hacen? –Pregunta ella ladeando su cabeza achicando sus ojos azules hacia mí.
—¡No!, por dios, solo pasábamos el rato haciendo otras cosas.
—Tu pelo no dice lo mismo, siempre sales despeinado. –¿Qué?, dios tía, hablamos, y jugamos, también bailamos. Pero no hacemos eso.
—No...no lo sabia. –Claro que no, nadie se molesta en preguntar.