*Casandra*
Había llegado a una pequeña casa, cerca del bosque, ya que mí vecindario quedaba cerca del bosque, la cosa es que estaba en esa pequeña casita que hace mucho venía, no había nadie, los vidrios estaban rotos, la casa desgastada y la madera mayormente apolilladas, la pintura vieja y desarreglada, era de un piso, a pesar que a muchos le daría miedo he intriga esta casa, a mí me gustaba y me sentía a gusto, jaja raro lo se, pero en mí, todo era raro. No entraba a a la casa, ya que la puerta a pesar de ser vieja, no se podía abrir, así que me quedaba afuera, había césped algo largo y me recosté ahí con mí capucha, aparte de mis ataques de ansiedad que sentía últimamente, también sentía nauseas, vómito, dolores de cabeza y algo raro en el estómago.
—Ay dios, solo espero que no sea un Jones Junior, me moriría si fuera así.
Dije poniendo mis manos en mi rostro, mi celular continuaba recibiendo llamadas y mensajes, pero a ninguno hacia caso.
—¿Quién eres tú? —Dice una voz singular, de algún pequeño niño. Lo mire y vi a un niño pelinegro de ojos cafés claros casi amarillos profundos, con pecas y un poco más delgado que el resto, blanco, y con ropa desgastada, un pantolonsillo corto de color negro, y una camiseta de mangas cortas con agujeros.
—Soy Casandra, ¿tú quien eres pequeño?, ¿y que haces aquí sin tus padres?
—Soy huérfano... me escape de un orfanato hace una semana, y vengo aquí.
—¿Aquí?, ¿tú solo? —Lo mire preocupada ya que demostraba algunas heridas.
—Sí, me cuesta un poco entrar a la casa por la ventana, pero luego que te acostumbras es fácil.
Me mordí el labio con sus palabras, me dio una punzada en el corazón y suspire.
—Pequeño... —Andrew— ¿así te llamas?
Indague y el niño asintió, le hice una pequeña seña para que se sentará a mí lado he hizo caso.
—Lindo nombre Andrew.
—Gracias, el suyo igualmente es bonito señorita. —Dice sonriendo.
—Dije Cass, o Sandra, así me llaman mis hermanos.
—¿Tiene hermanos? —Dice con alguna chispa en sus ojos.
—Sí, dos son gemelos y una es una chica revoltosa, tengo un hermano mayor.
—¡Vaya son muchos! —Menciona alegre, solté una pequeña risa con su expresión, pero pare enseguida cuando el se estremeció por el viento que apareció, me saque mi sudadera y se la puse en sus hombros. Él se la iba a quitar.
—Ni siquiera lo pienses jovencito, tú eres el más pequeño y más débil de los dos.
Se la dejo puesta y bajo su mirada.
—Gracias señorita, sus hermanos deben de ser muy afortunados.
—Supongo que sí, pero no lo pienso demasiado, son muy revoltosos.
—Yo me escape del orfanato porque las monjas nos castigaban feo, y nos hacían hacer cosas despiadadas.
Sus ojos se llenaron de lágrimas y lo abrace inmediatamente.
*Ethan*
No sabía nada de Casandra, y estaba aquí con mí padre, en su oficina, él hablaba con sus padres por teléfono.
—Entiendo, avísenme si saben algo de Cass, estaré esperando preocupado.
Dice mi padre y corta la llamada.
—¿Le paso algo a Casandra?
Dije preocupado por la última frase que comentó mi padre.
—Nada que te incumbe, después de todo no eres nadie en su vida.
