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Rodrigo miró el celular sobre su cama unas treinta y dos veces, decidiendo cuál sería el mensaje que le escribiría a Iván

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Rodrigo miró el celular sobre su cama unas treinta y dos veces, decidiendo cuál sería el mensaje que le escribiría a Iván.

Se mordía las uñas indeciso hasta que pensó por fin algo coherente.

Le escribiría a los chicos.

Agarró su celular y antes de hacer cualquier cosa entró al grupo y les escribió desesperado.

Agarró su celular y antes de hacer cualquier cosa entró al grupo y les escribió desesperado

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Salió del chat, y con las manos temblando le escribió a aquel chico de ojos bonitos.

Sentía tantos nervios que volvió a escribirles a los chicos

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Sentía tantos nervios que volvió a escribirles a los chicos.

Esperó unos minutos mientras se hacía un café, batiendolo cansado

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Esperó unos minutos mientras se hacía un café, batiendolo cansado.

Barry se subió a la mesada y se frotó contra la cara de su amo. Este acarició el lomo del animal con cariño.

A los segundos, el teléfono sonó, poniendo nervioso a Rodrigo.

Escupió el café sorprendido y chilló de emoción

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Escupió el café sorprendido y chilló de emoción.

Iván esperaba verlo.

a mañana del día siguiente llegó, y con ello un Iván nervioso

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a mañana del día siguiente llegó, y con ello un Iván nervioso.

- no debí darte mi teléfono para que le escribieras - Iván renegaba sentado al lado de Juan, el cual tomaba un té muy tranquilo.

- tranquilo, todo saldrá mejor de lo que piensas - le sobo la espalda en forma de consuelo.

- ¡quedé como un acosador intenso! - lo sacudió desde los hombros.

- puede que tengas razón, pero ve el lado bueno, si sale mal van a ser anécdotas para contarle a mis hijos - le sonrió y dio un sorbo ruidoso a su bebida.

- te odio - el azabache se cruzó de brazos y undio la cabeza en ellos

- también te quiero, iv

- también te quiero, iv

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Se vienen cosillas 😈

𝐌𝐄𝐃𝐈𝐀 𝐋𝐔𝐍𝐀 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora