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Los chicos se encontraban acostados con sus piernas cruzadas entre sí, rozando sus narices y abrazándose.
Solo se escuchaba el ruido del ventilador que habían traído del cuarto de germán y tomas.
— Ivuu.. — lo llamó el castaño medio dormido, hundiéndose más en el pecho del otro.
— ¿qué pasó, ro? — contestó abriendo los ojos y dejandole un casto beso en la comisura de los labios.
— ¿podemos escuchar morat mientras estamos así, abrazaditos? — dijo en un tono adormilado y tierno.
— si, amor. Trae tus auriculares y mi celular, creo que tengo datos — pasó las manos por debajo de la camisa del ajeno y empezó a acariciarlo lentamente.
— voy... — se levantó con pereza y abrió la mochila del pelinegro para sacar el celular y su mochila para sacar sus auriculares.
Volvió a la cama para acurrucarse denuevo, ahora poniendo una de sus piernas sobre la cadera de Iván haciendo que su pecho roce contra el suyo y la otra entre las piernas de su novio.
conectó los auriculares y le puso uno al alto, lo desbloqueo y puso la primera playlist que vio.
— ya está, ahora haceme mimitos — puso sus manos en la nuca del azabache.
— como usted diga — puso sus manos por abajo del pantalón del otro, acariciando sus caderas.
Se empezó a escuchar la melodía de inicio de "simplemente pasan", despertando la risa de rodrigo.
— ¿qué pasa? — se acercó a la cara del castaño, a un suspiro de unir sus labios.
— esa canción me hace acordar a nosotros — acarició suavemente la mejilla de Iván.
Quedaron en silencio, mimandose y escuchando con atención la canción, realmente parecía como se habían conocido ellos.
Deseaban que ese momento durara para siempre.
Bueno, su deseo no sería cumplido.
— ¡REUNIÓON! — gritó germán desde la cocina.
— ¿por qué no los vas a buscar? — preguntó tomás, acostándose en el sillón.
— que se yo, imagínate si voy al cuarto de rodrigo y está cogiendo con Iván.
— buen punto — chocaron los puños.
Primero bajaron rodrigo e Iván, sentándose en el piso.
— ¿cómo estuvo el rapidin? — le preguntó uni a l castaño.
— buenísimo, sigo con waska en la boca — hizo como si se limpiara la boca y rió bajito.
— que asco — estalló en carcajadas.
El resto bajó y se sentaron en ronda, escuchando al de anteojos.
— tomi y yo tuvimos una idea.
— yo no, solo él — aclaró el otro, distendido en el sillón.
— bueno, a mi se me ocurrió una idea. ¿Y si vamos a la playa ahora? Después a la noche salimos a comer algo.
Algunos gestos de aprobación salieron por parte de los chicos.
— no se diga más, ¡a la playa! — corrió escaleras arriba.
La sala quedó en silencio.
— ¿quien le dice que la playa está a dos kilómetros?— dijo tomás.
— tranquilo, déjalo con la ilusión — Nicolas se levantó del piso y subió las escaleras.
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HOLAAA, como andan?? cuéntenme si les va gustando la historia, me siento un imbécil 🤠
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