Helen Bryne
Antes de que Jacob llegara a la cabaña.
Mark me llevaba en su auto hacía el fin de la calle del pueblo, fue un trayecto silencioso ya que los dos habíamos dormido básicamente nada. Ed nos tenía la cabeza dando vueltas desde anoche, además lo de Gabriel también me había sorprendido, ¿que otra cosa iba a suceder ese mismo día?, ¿extraterrestres muertos en nuestro planeta?, ¿la rendición de los Liberalties? Imposible que eso sucediera, lo de los ovnis era mucho más posible que la rendición de los Liberalties.
Me giré a observar a Mark, estaba tenso, todos las venas de sus brazos se veían claramente, estaba con ojeras, en fin, hecho mierda. Igualmente yo estaba igual, solo que con maquillaje ocultando mi tristeza.
- Ya llegamos. - declaró Mark, mientras abría la puerta como yo al mismo tiempo.
Veíamos como Kaomi también llegaba en su auto, íbamos a adentrarnos al bosque todos juntos para llegar a la cabaña, todos tarde, Hendrix ya nos iba a matar por lo de anoche y con esto teníamos otro punto a favor para que nos asesinara, odiaba que llegaran tardes a sus reuniones.
- Buenos días, Helen y Mark. - dijo una sonriente Kaomi, se ve que ella sí había dormido.
- Para ti seran buenos días, para mi es un día horrible.- comentó el chico dark, que llevaba una camiseta de entrenamiento negro, pegada a su cuerpo, y unos pantalones cargo, tambien negros, con su arma escondida en la parte detras de su espalda, el siempre andaba armado luego de que los Devastadores se la habían entregado, cuando subió de categoría.
En los Devastadores había cuatro categorías: La primera era la inicial donde estábamos yo y Kaomi que habíamos entrado hace unos días, luego, la segunda era la de preparación, donde se entrenaba cada día para conseguir controlar tus poderes y que ellos no te controlarán a ti. La tercera categoría donde estaban casi todos mis amigos, Mark, Agatha y Wyliam, era la etapa de soldado, ellos ya estaban preparados para pelear y podían trabajar como administrativos en la cabaña, como Wyliam y Kaomi, o como entrenadores para los que inician en la organización, como Mark, que estaba en la parte de defensa personal, allí aprenden a pelear con y sin poderes. Y por último, estaba la cuarta categoría, la más alta de todas, donde estaban los líderes de la organización, mis padres, y Jacob. Los que pertenecían a la última categoría, podían dar órdenes a los de menor categoría y ellos tienen que obedecer sin rechistar. El superior de toda la organización era Hendrix Malister, y este se elegía a partir de todos los de la categoría cuatro, a partir de votación. Nuestro líder no se cambiaba a no ser que muriera o la mayoría de los pertenecientes a la última categoría estuvieran en desacuerdo con su liderazgo.
- Ojalá que para Hendrix sea un buen día, no quiero que me grite. - hablé en contestación para Mark, que estaba con un humor horrible, odiaba cuando no dormía, su humor era insoportable.
- Dios te oiga.- dijo sarcásticamente Kaomi, lo de ser creyente iba en contra de todas sus decisiones.
Ya íbamos una gran parte del camino cuando sentí que alguien andaba por allí, era un ruido de ramas quebradas. Me di vuelta para ver si los demás lo habían escuchado, estábamos todos alerta, todos habíamos parado la marcha, esperando que volviéramos a escuchado algún otro ruido.
Nuevamente se escucho otras pisadas y por el costado de donde estábamos parados en el bosque, apareció Clark, con su sonrisa característica, odiaba que se sintiera como que ese bosque era suyo, ojalá apareciera alguno de esos monstruos que habitaban allí y lo atacara.
- ¿Qué haces tú aquí?, ¿Cómo no te han matado todavía? - preguntó, Mark. Clark lo observó pensativo y se acercó a nosotros, mientras todos perdíamos nuestras posiciones defensivas, y comenzábamos a caminar de nuevo.
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Marhall
FantasyMarhall, es un pueblo en Inglaterra, donde todo no es muy normal como parece. Dicho pueblo oculta secretos, entre su gente y su naturaleza, entonces, ¿que pasaría cuando una familia adinerada, los Wembley, comprara la castillo de la colina más alta...