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Es muy chica para mi.
Esas cinco palabras se las repetía Checo cada vez que podía, tenía un pequeño secreto el cual solo Max sabía de eso. ¿Salir con una mujer ocho años menor que él era malo?, no lo era pero Pérez sentía algo de miedo por las opiniones de las personas y sobre todo por la familia de la chica.
Amelie Leclerc volvía loco al piloto de Red Bull, era una mujer muy hermosa y muy sensual que fácilmente tenía la atención de muchos hombres pero ella no miraba a ninguno hasta que lo vió a él, ese guapo mexicano.
Empezaron a salir a escondidas del público y cada noche que se podía en el apartamento de Pérez pasaban una buena noche, lo que se empezó como acostones terminó siendo algo más fuerte, lo sentimientos de ambos habían salido y la monegasca se había enamorado de él, no le importaba la edad mucho menos las opiniones de las demás personas, nunca se había fijado en eso.
Algunos pilotos estaban con Checo cuando la vieron entrar al paddock junto con su gemelo, Charles. Ambos chicos caminaban riéndose hasta llegar en donde estaba los demás, él saludó a sus amigos y Amelie saludó a cada uno de besó y cuando llegó al mexicano le sonrió y dejó un beso en su mejilla, se puso nervioso y Verstappen ocultó su risa.
—Chicos, él día de mañana hay una pasarela — dijo Charles emocionado por su hermana —Y Amelie estará ahí ¿quieren ir?
—Claro que si — sonrió Max —No te lo había dicho pero soy tu fan linda Amelie.
La castaña se rió y Checo pateó disimuladamente a su compañero de equipo.
—¿Vas a ir Checo? — preguntó el monegasco y su hermana lo miró atentamente —También hay un pase para ti en la zona vip.
Empezó a ponerse nervioso y miró a su amigo para luego sonreirle.
—Te aviso más al ratito, voy por un Red Bull.
Se alejó rápidamente de ellos seguido por Max hasta llegar a la oficinas de Red Bull, el mexicano caminaba de un lado a otro complicadose la vida hasta que el neerlandés lo detuvo y lo agarró de los hombros.
—¿Ya pasó tu crisis de viejo?
—No es ninguna crisis — suspiró —No es normal que yo me sienta tan atraído y tan deseoso por Amelie, pero te juro que no puedo evitarlo porque cada vez que la tengo cerca un escalofrío pasaba por mi cuerpo —Verstappen sonrió —Me vuelve loco Max, pero le llevo ocho jodidos años y eso está mal. Ella es muy joven para mí.
El rubio se separó del de ojos marrones y se sentó en el sofá.
—Estás enamorado Pérez.
—¿Enamorado? — lo cuestionó.
—Si, estás enamorado y la amas aunque lo niegues ¿hace cuanto llevan esto?, ¿seis meses? — lo miró —Ella tiene muy claro sus sentimientos hacia ti pero tu te estás comportando como un cobarde.
