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Checo dejó su teléfono en la mesa después de haber tenido una videollamada con su pequeño hijo de cinco años, el piloto tenía semanas sin ver al niño y sin ver a su esposa. El trabajo lo tenía alejado de su hogar y ella no podía viajar seguido con él, Jr tenía que ir al colegio y Amelie tenía que trabajar. El mexicano restregó sus ojos para así cerrarlos y segundos después sintió que palmearon su hombro.
—Pérez — lo saludó Charles y se sentó junto con Carlos y Max —¿Qué tienes?, te vemos muy solito aquí.
Los miró e hizo una mueca.
—Estaba hablando con mi hijo y mi mujer, hace semanas que no los veo y los extraño mucho — confesó sintiéndose nostálgico, sorprendiendo a los pilotos —Me gusta correr cada fin de semana pero admito que cuento los días para que la temporada termine y poder regresar a casa.
—Ya casi, solo falta esta de Las Vegas y terminamos en Abu Dabi — lo animó el español —¿Ellos no pueden venir?
—Jr sigue en el colegio y le aterra los aviones, cada vez que va a viajar se la pasa llorando y no me gusta que mi hijo llore — se rieron —Amelie está ayudando a su padre con los hoteles, no puede dejarlo solo, desde la muerte de su madre no lo ha dejado.
Se miraron entre ellos algo apenados por la situación del mexicano.
—Eso si es complicado — dijo Max —Y creo que me pasará lo mismo que a ti, mi hijo nacerá en tan solo unos meses y no lo voy a ver seguido, Hannah no va a viajar por un buen tiempo.
—Ya te chingaste — se rió —Pero cuando llegues a casa y lo veas el alma regresa al cuerpo — suspiró —Iré a darme una ducha, los veo en la cena de la noche.
Se despidió de ellos y empezó a caminar en dirección a la salida dejando a los tres pilotos.
—Pobre Checo, solo ve a su hijo y esposa por videollamada, por eso no me voy a casar mucho menos tener hijos — miraron a Charles al escucharlo —Aunque casarme quizás si, Olivia seguirá viajando conmigo pero no vamos a tener esa responsabilidad de que tendremos un hijo, me gustan los niños pero ahora no, no queremos un hijo.
Su celular sonó y sonrió al ver que era su novia.
—Yo igual me voy chicos, Liv ya llegó.
Lo vieron irse para luego reírse.
—Pobre Leclerc, le va a dar un infarto cuando sepa que Olivia está embarazada — dijo Max y se miraron —Lo que le espera.
