14 | Max Verstappen

9.6K 522 29
                                    


________________13.3_______________

Max estaba en la sala viendo la televisión, se reía al ver el programa de comedia que estaba pasando. Alma llegó y se sentó a su lado, el piloto solo la miró de reojo y seguía viendo su programa.
Tenia dos días que había sido la fiesta, aquella noche fue algo incomoda para Max y Amelie, él quería hablarla pero ella en ningún momento se despegó de la abuela para evitar a su nieto, no dejaba de mirarla y de buscar la manera de estar un momento a solas pero no se pudo, no quería hablarlo.

Eloisa tenía un plan y era unirlos de nuevo, aquella mujer de edad avanzada quería que su nieto fuese feliz. No creía en el divorcio, decía que cuando uno se casaba era para toda la vida sin importar nada pero había cambiado de parecer, aprobava el divorcio y más si se trataba de su nieto.

Bajó las escaleras y su nieto la miró.

—Alba, vamos a salir apresurate.

—Es Alma, Eloisa.

—Es señora Eloisa, Alma.

El piloto quiso reírse pero ocultó su risa ante la mirada burlona de su abuela, aunque también estaba algo confundido ¿salir con ella?, ¿a caso Eloisa estaba cambiando de parecer?
Alma se levantó del sofá y miró al neerlandés quien solo se encogió de hombros.

—Iré por mi bolso.

—No es necesario — sonrió —No tienes porque gastar, iremos por un masaje junco con Vic así que te espero en la camioneta, no tardes por favor — se acercó a su nieto —Adiós cariño y no lo arruines, solo habla con ella — susurró.

—¿Qué?

Le guiñó el ojo y se alejó de ellos pero Alma siguió parada frente a él hasta que se dobló para querer darle un beso a Max y burlonamente le puso la mano para que ahí chocaran sus labios.

—A la abuela no le gusta esperar, anda.

La Italia lo fulminó con la mirada y lo dejó solo en la sala, el rubio soltó una carcajada y se acomodó de nuevo en el sofá para seguir viendo la televisión.
Diez minutos después el timbre sonó pero no se levantó pensando que las de servicio abririan la puerta pero ellos tenían la orden de no abrir. Volvió a sonar hasta que se levantó para ponerle pausa.

—¡¿A caso no hay nadie en esta casa para que abra la puerta?! — exclamó disgustado por interrumpir su programa.

Caminó hasta la puerta y al abrir su semblante cambió, una amplia sonrisa apareció en su rostro pero la de la persona que estaba afuera no, era todo lo contrario.

—Amelie.

—¿Está tu abuela?, me dijo que era urgente que yo viniera y me llamó hace unos cinco minutos — metió sus manos a su sudadera, vivía a unas cuantas casas de la de Eloisa —¿Está?

Recordó lo que le dijo ¿a caso a eso se refería?, no había nada en casa más que los de servicio y él, se hizo a un lado y la dejó pasar.
La neerlandesa al entrar un escalofrío recorrió su cuerpo y su mirada fue directo al cuadro que había en el pasillo de la entrada, aquella foto seguía ahí, eran ellos dos.

Caminó hasta la sala seguida por él.

—La abuela no está, salió hace unos minutos.

One shots | Pilotos de formula 1 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora