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Pato la adoraba, Amelie Leclerc era la adoración del mexicano y se volvió loco por ella desde el primer día que la vió, ese hermoso cabello rubio y esos ojos verdes que soltaban un brillo radiante, logró entrar al corazón de la monegasca volviéndose él su adoración.
La chica caminaba por el muelle mientras miraba por todos lados, era de noche y no había nadie ahí, solo la acompañaban los yates que estaban en la orilla. Al mirar hacia abajo pudo ver un camino de pétalos, sonrió ampliamente imaginándose lo que iba a ocurrir y siguió ese camino hasta llegar al último yate en donde estaba su chico con un elegante traje y su camisa desabrochada los primeros botones, justo como le gustaba verlo.
Sus ojos se aguaron y se acercó hasta él para abrazarlo.
—Hola mi amor, feliz día de San Valentín.
—Feliz día de San Valentín, mi cielo — besó su mejilla y lo abrazó más fuerte —Estás aquí, creí que te vería hasta la semana que viene.
—No podía faltar, hoy es un día especial y tenía que estar contigo — le susurró y se separó de ella para agarrar su cara con sus manos y sonreír —Te ves preciosa, te extrañé tanto, verte en una pantalla no es lo mismo.
Y una vez más aquellos ojos verdes de Amelie brillaron y sus mejillas agarraron un color rojizo, el mexicano la besó suavemente para así dejar un beso en su frente. Al separarse la agarró de la mano para subir al yate que estaba lleno de flores y velas, admiraba lo hermoso que se veía todo lo que estaba a su alrededor, le encantaban las flores.
La abrazó por detrás y besó el cuello de su chica.
—¿Te gusta?
—¿Los besos o lo que has hecho para mi?
Sonrió divertido y dejó otro besó.
—Ambas cosas.
—Me encantan, todo lo que venga de ti me encanta — cerró sus ojos y entrelazó su mano con las de él —Cuándo mamá me dijo que tenía que venir aquí y ponerme este vestido sospeché que eras tú, tu regalo lo tengo en casa.
—Era una sorpresa, planeé esto hace una semana y creo que todo va bien hasta ahorita, vamos a poner un poco de música y baila conmigo.
Al escucharse la música llevó sus manos a su cuello y las del piloto a la cintura de la monegasca, ambos platicaban mientras se movían de un lado a otro, las risas de la mujer sonaban en la proa del yate al igual que las carcajadas de Pato.
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One shots | Pilotos de formula 1
FanfictionOne shots de algunos pilotos de formula 1.