"Insecto" 《Goku x Vegeta》

Capítulo III

Es verdad que la paz gobernaba en la tierra, pero aún así, Goku no dejó de entrenar.

Mientras cuidaba de Gohan y vigilaba que hiciera sus tareas, él entrenaba en el patio de su casa.

Piccolo solía ir para estar con Gohan, quien evidentemente se había hecho alguien bastante cercano. Así que, aprovechaba que Son estaba allí y entrenaba un poco.

Seguía detestando un poco a Goku, aunque lo soportaba.

Milk era quien no aceptaba a Piccolo aún, teniendo en cuenta que había secuestrado a su hijo cuando éste tenía tan sólo cuatro años de edad y encima por un año en el que lo alejó de ella.

Ese "villano" era alguien despreciable a su vista.

Por otra parte estaban Bulma y Vegeta, este último era alguien incontrolable.

Peor aún, ahora sabiendo que Goku había entrenado con una raza bastante talentosa, además de haber aprendido una de esas grandes técnicas que poseían... Era un descontrol.

—¿Podrías controlar esa obsesión que tienes por demostrarle a Goku que puedes ser más fuerte? Pareces enamorado de él que lo quieres impresionar.

Lo seguía, este caminaba hacia el patio de la corporación.

—¡¿Qué dices?!—Se había sonrojado por ese comentario fuera de lugar—¡No lo quiero impresionar, quiero que sepa que yo no soy alguien que pueda subestimar!

—A mí se me hace que mientes...

—¡Silencio!—voltea hacia ella, frenando su andar—Eres una mujer muy entrometida y vulgar.

—Pues tú eres un tonto que sólo piensa en sí mismo.

—Si yo no pienso en mí nadie lo hará. Que se te quede eso en tu cabecita, niña. Además, eso de tonto lo puedo discutir. Conozco bastante de este universo, muchos planetas, muchas razas, armamento, estrategias, formas de combate y algunas lenguas también. Y que yo sepa, apenas has ido a Namek, no conoces ni tu planeta seguramente... así que...

Una sonrisa altanera se formó en sus labios. Siguió su camino.

No tenía porqué ocultar aquellos saberes que poseía, no era ningún ignorante fuera del planeta tierra.

Puede que no comprenda bien a los terrícolas, pero sabía que su conocimiento era mayor al de ellos.

—Hmp, sigues sin saber como hacer una cámara de gravedad.

—Ya vi toda la instalación por dentro, así que no estaría tan seguro de eso—La mira por sobre su hombro.

—Bueno, entonces si la vuelves a destruir, hazla tú solo.

—No tengo porqué, tu padre está a disposición mía. Su bola de pelos negra es algo con lo que se puede manipular a cualquiera.

—¡Deja al gato en paz!

—Me quiere más que a ti.

Bulma bufa molesta. Ya le era casi imposible ganarle una discusión al príncipe.

—¿Qué haré contigo...?

—¡Hola, Bulma!

—¡Ah!—Voltea y ve al saiyan criado en la tierra—Ah, eres tú... ¿Qué sucede?

—Nada. Sólo quería invitar a Vegeta para pelear un poco. Supe que ha estado entrenando bastante y quisiera probar un poco de su fuerza.

—Se fue al patio por allá—Apunta hacia donde se fue el saiyan mayor—Llévatelo y cánsalo un poco, ha estado insoportable.

—Sólo será un combate amistoso.

—Si se trata de Vegeta, dudo que sea amistoso.

—No te preocupes.

Empieza a caminar hacia donde le indicó Bulma.

Cuando estaba por llegar a la salida del pasillo que daba al patio, el saiyan que buscaba se le apareció enfrente.

—¿Qué quieres?—Pregunta al más joven.

—Hola, Vegeta. ¿Estás ocupado?

—Depende.

—¿De qué?

—De lo que me quieras decir.

—Bueno, puede que no me agrades del todo, pero eres alguien muy poderoso.

—Que bueno que tengas entendido el nivel que poseo, y sobre lo otro, no creas que yo te tolero.

Goku suelta una pequeña risita.

—Sí. Y por eso quería que tengamos un pequeño combate lejos de aquí. Eres el que más se acerca al poder que tengo y quiero que repitamos nuestro combate.

—¿Y no te preocupa el hecho de que yo te pueda matar, Kakaroto?—Sonríe de lado.

—Muchos lo intentan, pero soy alguien difícil de matar. Pero no podemos excedernos mucho, no quiero que Milk me regañe por llegar hecho un desastre a casa otra vez.

—Hmp, pues dile a tu esposa que lo siento, pero yo no me contendré y quedarás hecho polvo.

—Eso ya lo veremos.

Goku había invitado a Vegeta a una pelea como entrenamiento, aunque seguramente eso quedaría en solo el intento, pues el príncipe estaba ansioso por pelear.

Esto seguro que no terminará muy bien que digamos.

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