Capítulo XL

40 3 1
                                    

—Hola, número 16.

Saludó el androide pelinegro.

Este no dijo nada.

—Ya vemos que eres muy diferente a nosotros. ¿Sabes? El doctor Maki Gero no quería despertarte, hasta nos amenazó, dijo que tú serías capaz de matarnos.

El androide seguía sin verlo y sin hablar absolutamente nada.

—¿No vas a saludar?

—Parece que no habla mucho, 17.

—No importa. Vamonos.

—¿A dónde iremos?—Pregunta la rubia

—Haces muchas preguntas. A buscar a Goku. Supongo que también tienes la misión de matar a Goku, ¿o me equivoco?

—Así es, es el único objetivo que tengo en mi programación—Gira hacia el pelinegro.

—Vaya, hablaste, creí que no lo harías. Bueno, deberíamos irnos. Somos libres, pero después de todo somos androides y debemos cumplir con nuestra misión asignada.

—Ok, suena divertido, vamos.

Los tres androides se elevan y se van.

—¿A dónde se supone que irán?—Pregunta Krilin.

—No comprendo qué sucede...—Vegetto aún no entendía porqué ocurrió todo de tan mal forma.

Vegeta volvió a transformarse y estaba dispuesto a seguirlos, pero fue detenido por Trunks.

—Papá, no vayas, te lo digo en serio. No sabes lo peligrosos que son, peor aún con un androide más.

—Apártate.

—Papá, escúchame.

—¡Que te apartes, Trunks!—Sentenció, furioso por ser estorbado por el pelilila.

—¡No, no voy a permitir que te maten de nuevo! ¡No si puedo evitarlo!

—¡Y yo no voy a permitir que maten a mi esposo!

Todos lo miraron sorprendidos.

—¡¿Qué crees?! ¡¿Que me quedaré aquí sabiendo a dónde irán?! ¡Lo más seguro es que tengan base de datos de donde vivimos! ¡Y como dijiste tú, yo no voy a permitir que lo maten, peor si puedo evitarlo y no me importará morir en el proceso! ¡Apártate ya!

Pudo conectarle un puñetazo y lanzarlo hacia abajo, sabía que por las buenas no lo haría y le estaba haciendo perder tiempo valioso.

Trunks no quiso rendirse e iba a seguirlo, pero fue detenido por Vegetto, quien le tomó del brazo.

—¿Qué haces?

—Trunks... iremos con él, pero deja que se aleje un poco. Está abrumado y no sabe como desquitarse, es mejor que dejemos que los encuentre, después de todo... estamos de igual forma condenados, no importa si es ahora, mañana o pasado.

—Pero... no puedo dejar que muera de nuevo, no puedo quitarle a Gogeta y a mi yo pequeño a su padre, no puedo.

—¿Crees que yo quiero eso? No, pero no hay nada qué hacer, sellamos nuestro destino al no poder evitar que despertaran. Mi papá peleará para proteger a mi padre y nadie va a detenerlo, ni siquiera tú.

—Chicos, hay que seguirlos, no olviden que Gohan y Bulma fueron a casa de Goku—Advierte Krilin.

—Es cierto, ellos corren peligro.

—Vamos, hay que seguir a esos sujetos—Dice Piccolo.

Así, todos decidieron seguir al príncipe para ayudar en la pelea si era necesario.

.
.
.

Mientras tanto, Gohan y Bulma habían hecho una parada para que el joven híbrido descansara un poco de cargarlos a los tres, aunque este decía que no era algo extraordinario.

Yajirobe lavaba su rostro en el río.

Los tres estaban sentados en unos troncos. Trunks jugaba con su madre y Gohan veía los insectos que a veces usaban el tronco donde estaba sentado para posarse o sólo pasar por ahí.

—Papá se está tardando.

—Sí, pero seguro pronto volverá. ¿Tú qué opinas, Gohan?

—¿Eh? Bueno, es incierto, los androides no tienen Ki, así que, no puedo saber si ya lo derrotaron. Lo más seguro es que entre todos lo hayan encontrado o eso quiero creer.

Gohan no quería desanimarlos, ni desanimarse él mismo.

—Creo que ya hay que continuar.

—Tienes razón. Vamos, hijo—Lo carga y luego se pone de pie.

Tomó a Bulma y luego pasó volando sobre Yajirobe y lo agarró también, asustándolo por haberlo hecho sin avisar.

Mientras tanto, Milk estaba preparando comida para que el pequeño Gogeta comiera algo.

—Goku, debes recuperarte pronto.

Mientras tanto, Goku estaba empezando a quejarse nuevamente por el dolor.

Yamcha tomó el frasco de la medicina y lo abrió, sacando una píldora, la cual le dio a Goku.

Este la tragó y al cabo de algunos minutos se fue relajando de a poco.

—Goku, resiste por favor. Te necesitamos con vida y sano.

Milk abría la puerta justo en ese momento.

—¿Aún no despierta?

—No, pero parece que mejora, de a poco, pero lo hace.

Con cautela se acerca a la cama, viendo a su ex esposo ahí recostado, era tan extraño verlo así, sin tener la fuerza de siquiera levantarse.

Luego, fue a buscar a Gogeta.

En cuanto a Vegeta, este iba a toda velocidad para encontrar a esos androides.

Sus ojos irradiaban rabia, rabia que quería usar para ocultar el temor que le invadía por si no lograba llegar a tiempo para evitar que llegaran hasta Goku.

Pero por fortuna, los encontró en medio de una carretera que era poco transitada.

Aterrizó detrás de ellos, llamando su atención al hablarles.

—Hola, qué suerte que los encuentro.

—Hmp, lograste encontrarnos. Qué hábil, aunque tampoco tanto, no es como nos hayamos alejado demasiado.

—Bien, ¿Cuál quiere ir primero? ¿El mocoso, la niña o el gigante?

—Vamos, número dieciséis, pelea con él para que no nos moleste.

—No lo haré.

Ambos androides le miraron extrañados.

—Parece que es el único que está consciente de mi poder.

—Bueno, qué le vamos a hacer—dijo el pelinegro, resignado a la negativa del pelirrojo.

—Hmp, pelearé contigo sólo para que te calles—Dijo la rubia, a quien le estaba molestando la presencia del príncipe.

Se puso al frente de los dos hombres, mirando con enojo a Vegeta, quien miraba desafiante a la rubia.

—¿Te harás la valiente, niña? Bien, pero no tendré piedad contigo sólo porque eres una chica... oh, espera, me equivoco, no eres una chica, eres un androide.

Vegeta se enfrentaría a número dieciocho. El príncipe tenía en mente el no dejar que se vayan con vida de allí.

.
.
.

"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora