Capítulo IV

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Ambos saiyans llegaron hasta un lugar que no era habitado por ninguna persona, así que sería perfecto para que pudieran pelear a gusto.

—¡Kakaroto!

—¡¿Sí?!

—¡No te guardes nada, demuéstrame todo lo que puedes hacer!

—¡Bien!

Ambos se lanzaron contra el otro para iniciar el combate.

Golpes feroces que eran acertados, otros esquivados o bloqueados.

La sangre hervía en su interior. Sentían la adrenalina correr por sus venas.

Goku le acierta una patada en la cara, haciendo que este se estrelle en el suelo pero siga volando para evitar seguir chocando.

El menor lo sigue de cerca mientras el polvo aún no se disipaba, siendo recibido por un puñetazo en la quijada.

La pelea llamó la atención del Namek, quien los veía desde lejos, analizando esa forma de pelear de ambos.

Goku tenía una forma más calmada de atacar, además de ser bastante rápido, y Vegeta era lo opuesto, era agresivo, pero utilizaba estrategias para poder mantener a Goku a raya.

Dejaron un poquito de lado los puños e iniciaron con energía.

Haciendo que Piccolo tuviera que esquivar algunas esferas que sin querer le mandaban.

Goku empezó a teletransportarse alrededor de Vegeta, confundiendolo un poco porque no podía leer muy bien donde aparecería nuevamente.

Hasta que apareció delante suyo propinándole un golpe en el vientre que le quitó el aliento por varios segundos.

—Uhhh... eso debió doler—Sigue viendo a los dos saiyans puros.

Ese golpe hacía que por poco y dejaras de respirar, y eso le causó a Vegeta.

Cuando pudo reponerse, gruñó molesto y se lanzó hacia él de nuevo.

Goku vio que esto se estaba poniendo más serio, así que se puso en guardia rápidamente.

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—Vaya que se lucieron...

Ambos estaban tirados en el suelo, respirando agitados.

—Hola, Piccolo...

—¿Qué haces... aquí, insecto?—Se reincorpora un poco, apoyándose en sus brazos.

—Observando el panorama, amo el paisaje—Sonríe de lado.

El sol se ocultaba de a poco, dejando aquella luz amarilla iluminar todo el lugar.

—¿Me haces un favor?

—¿Qué?

—¿Puedes darme ropa nueva? Milk me matará si ve que la destrocé por completo.

—El hecho de que te someta una terrícola es algo que jamás creí que vería—Apunta sus dedos hacia el saiyan, así creando un dogi como el que tenía antes de iniciar su combate.

—Gracias—Se sienta en el suelo, cierra sus ojos sintiendo la brisa fresca que llegaba a él.

—Gohan te está esperando.

—Sí, ahora iré a casa—Se pone de pie—Vamos a corporación cápsula y de allí me iré a la Montaña Paoz.

Empieza a flotar en dirección a la ciudad.

—Hmp, no se ha dado cuenta—Mira la espalda de Goku, notando algo raro en la ropa que le hizo el Namekiano.

—Y no lo hará—Se cruza de brazos.

La insignia en su espalda no era la misma. Tenía el símbolo de la familia del Mal, de la familia de Piccolo.

Vegeta suelta una pequeña carcajada para luego seguir a Goku.

Este volteó a verlo al escuchar su risa.

—¿De qué te ríes?

—Oh, de nada.

—Mmh...

Se le hizo extraño, pero bueno, mejor iba rápido a casa de su amiga y luego a su hogar, su esposa e hijo le esperaban.

Esa pelea había sido bastante placentera. Después de todo, sus instintos se lo pedían a gritos, no podía negar esas raíces que poseía.

Y cada una de sus peleas era distinta a la otra, teniendo todas algo especial que hacía que las disfrute.

Cruzaban el enorme océano, salpicando el agua por la velocidad.

Un par de delfines lo vieron sobrevolar el agua, así que fueron saltando a su alrededor para que este les diera atención.

—¡Hola!

Dio un giro en el aire mientras los veía.

Uno de ellos pasó por encima suyo, imitando su giro.

—¡Woah! ¡Lo hiciste bien!

Vegeta tan sólo lo veía jugar con aquellos animales que querían que Goku siguiera viéndolos hacer sus acrobacias.

Rodó los ojos y siguió viendo al frente.

Aunque no esperaba que otro delfín saltara y le diera con su cola en el rostro, haciendo que pierda la concentración y termine mojándose al caer al mar.

—¡Son lindos, ¿Verdad, Vegeta?!—Voltea hacia donde debería estar el príncipe, pero lo ve salir del agua—¡Me hubieras dicho que querías darte un chapuzón!

—¡Cierra la boca, insecto!

Luego de un rato llegaron a su destino. Bulma les estaba esperando acostada en una de las sillas de playa que estaban alrededor de la piscina.

—¿Cómo les fue?

—Bien, fue una pelea bastante buena.

—¿Y tú ya le demostraste a tu amorcito que eras más fuerte?

—¿Amorcito?—Pregunta Goku mientras voltea hacia Vegeta.

—¡Agh, cállate y deja de decir tonterías!—Mira enojado a la peliazul.

—¿Eh? ¿A qué te refieres con eso, Bulma?

—¡A nada! ¡Esta tonta sólo trata de ridiculizarme!

—Bueno, creo que mejor me voy. Ya está por anochecer y seguro Milk ya tendrá la cena, muero de hambre. Nos vemos, Bulma. Adiós, Vegeta.

Le da una última mirada al príncipe que se notaba molesto por los comentarios de su amiga. Sonrió algo divertido y alzó vuelo para ir a su hogar.

—Te sonrió, ya es un avance.

—¿Qué pretendes exactamente al hacer esos comentarios tan estúpidos? ¿Eh?

—Nada, sólo molestarte.

—¿Y se puede saber por qué?

—Porque pareces enamorado de Goku cada que hablas sobre él. Siempre "Kakaroto esto" "Kakaroto lo otro".

—Eso es una completa estupidez y lo sabes. Sabes perfectamente que lo aborrezco a más no poder.

—No digo que lo estés realmente, pero es lo que parece a simple vista. Ya, no te enojes. Ve a bañarte y luego cenaremos.

—Cenaremos me suena a manada.

—Bueno, cenarás—Corrigió.

A Vegeta se le hacía raro que Bulma insinuara que tenía sentimientos de ese estilo hacia Goku, cuando siempre está echando pestes hacia él.

Alguien enamorado jamás hablaría mal de su amor, ¿no?

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"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora