Capítulo X

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—¿Y quién se supone que eres tú? ¿Eh?

—Bulma tenía razón en decirme que fuera cauteloso con usted—Sonríe viendo a Vegeta, quien se empezaba a poner ansioso al ver a este muchacho que decía cosas muy raras.

—¿Qué quieres decir con eso? No estés jugando.

—Vine aquí para advertirles algunas cosas. Puede que no me crean, pero yo no soy de esta línea temporal.

—¿Qué...?—Goku lo mira ladeando un poco su cabeza, no comprendiendo ese comentario.

—Vengo del futuro... de veinte años más.

—¿Futuro?

—Kakaroto, no seas ingenuo, este bastardo sólo nos está tomando el pelo.

—No es así. Veo que Gohan no exageraba al decir que usted era muy desconfiado.

—¿Conoces a Gohan? Dime cómo conoces a mi hijo y quién eres—Frunce un poco el ceño.

—Soy un saiyan puro al igual que ustedes. Sólo que no fui criado por mis padres biológicos ya que murieron cuando yo era pequeño. Los androides fueron los causantes. No les miento al decir que vengo del futuro, la tierra en tres años se volverá un infierno total y por eso estoy aquí, para evitar que eso suceda.

—Ya deja de jugar, niño. Te ves muy joven... y yo no tengo conocimiento de otros saiyans de sangre pura sobrevivientes.

—Eso puedo explicarlo, pues tengo diecisiete años... y en el futuro uno de ustedes... es mi padre.

—¡¿Qué?!

Ambos preguntaron incrédulos por aquella información que les dio el joven.

—No lo creo... eh... je je... pero, viéndote de cerca... te pareces mucho a mí.

—Así es.

—Mmh... esto es muy raro.

—Lo sé, y lo comprendo. ¿Quieren esperar a sus amigos o se los digo sólo a ustedes, que son los más experimentados?

—Dilo ya, sabandija.

La voz de un cuarto se hizo oír. Piccolo había llegado justo a tiempo.

—Dilo.

Le confirma Goku de poder continuar con lo que venía a advertirles.

—Ok, comencemos de nuevo entonces. Mi nombre es Vegetto. Vengo de aquí a unos veinte años más, creo que ya se dieron cuenta de que usted, señor Goku, es mi padre. Bulma inventó una máquina del tiempo y así llegué a esta época.

—Eh... ¿Qué?—Goku estaba algo desencajado con eso.

—Ah, creí que... ya lo había deducido.

—Tonto—Recrimina Vegeta, ya habiendo notado que eso era cierto, el parecido era mucho como para negarlo.

—Bueno, eso. Usted es mi padre y yo no tuve la oportunidad de conocerlo ya que murió antes de que yo naciera por una enfermedad del corazón.

—¿Una enfermedad? Vaya, que forma tan deprimente de morir.

—Pero eso no fue lo peor. Lo peor vino algún tiempo después, cuando dos androides despertaron en una pequeña isla cercana a la capital del sur. Esto fue el doce de mayo, a las diez de la mañana, los androides iniciaron un genocidio en masa, destruyendo ciudades enteras. Necesito que sólo ustedes lo sepan por ahora, hablo sobre mi identidad.

—No te preocupes.

—Esto ocurrirá dentro de tres años.

—Espera, si vienes tú solo es porque...

—Soy uno de los dos sobrevivientes a esa masacre. Mi hermano también pudo sobrevivir.

—Supongo que hablas de Gohan.

—No. Es verdad que Gohan pudo vivir mucho más tiempo que ustedes, hablo de Vegeta, Piccolo, Krilin, Yamcha, Tien Shin Han y los demás. Gohan y mis hermanos pudimos sobrevivir. Pero hace no mucho Gohan y uno de mis hermanos murieron en una pelea. Conseguimos la transformación del super saiyan, pero no es suficiente para vencer a ambos androides.

—¡¿Conseguiste el super saiyan?!

Preguntan ambos saiyan mayores.

—No te creo. Demuéstralo.

—¿Eh? ¿En serio?

Vegeta estaba decidido a obligarlo a transformarse, no iba a tragarse cuentos chinos.

—Ok.

Se alejó un poco y lanzó un grito, aumentando su poder de pelea, haciendo que su cabello se erize bastante y se vuelva rubio. Sus ojos se volvieron verdes y ahora, se hizo notar una cola que estaba alrededor de su cintura.

—Sí es saiyan...

—Entonces sí eres mi hijo.

Una gota de sudor bajó por su sien, ambos eran muy desconfiados. Pero no los culpaba, que alguien de la nada venga y te diga soy tu hijo y pertenezco a tu raza es muy raro.

Se destransforma y vuelve a acercarse.

—Deben entrenar muchísimo si quieren ganar, porque no va a estar fácil para solo dos super saiyans. Eso tenganlo por seguro. Ah, y otra cosa—De entre sus ropas saca un pequeño bote—Esta es la medicina que debe tomar cuando sienta malestar—Se la lanza a Goku, quien la atrapa y mira por algunos segundos.

—Vaya...

—Esa medicina no existe en esta época. Pero ahora con ella, usted no morirá. Tengan en cuenta algo, deben detenerlos a la mínima oportunidad o todo será un desastre.

—Entiendo—Dijo Piccolo, quien se había quedado callado durante toda la conversación—Estos dos monos olvidarán todo en cuanto te vayas, así que, que bueno que llegué aquí.

—Cierra la boca, insecto verde.

—Avísenle a los demás para que sean de ayuda y no vuelvan a morir. Les deseo suerte.

—Espero sea todo verdad de que esos androides son muy fuertes—Vegeta se estaba yendo—Para ser hijo de Kakaroto te veo más hábil.

—Hey.

—Cuídate, muchacho—Piccolo hace lo mismo que Vegeta, alejándose un poco.

—Padre—Llama a Goku.

—¿Sí?

—No tengas miedo a decir lo que sientes. Sé que es difícil... pero verás que la vida te sonreirá. Nos vemos, cuídense y entrenen muchísimo, así podrán detener a los androides.

Este se fue, bajando por las curvaturas de las montañas y cañones del desierto.

Dejó pensando a Goku, quien se quedó ahí parado, viendo como Vegetto desaparecía de a poco de su campo de visión.

¿Ese muchacho sabía lo que le estaba ocurriendo?

Era casi imposible. ¿O no?

—¡Vamos, Kakaroto! ¡Hay que decirle esto a Bulma!

La voz de Vegeta lo sacó de sus pensamientos.

—Vamos.

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"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora