Capítulo XIII

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Pasaron los meses.

El hijo de Bulma y Vegeta ya había nacido, recibiendo el nombre de Trunks.

Un pequeño pelilila de ojos celestes, teniendo esa mirada tan penetrante de su padre.

Ahora ya tenía tres meses de nacido.

El mismo tiempo en que Goku y Milk decidieron separarse.

Gohan era pequeño, pero entendió que su padre era complejo en cuestión de sentimientos y si no los seguía, sería infeliz. Después de todo, lo veía casi a diario, pues Goku prometió que lo haría y que entrenaría con él todo ese tiempo hasta la llegada de los temidos androides. Dejándole descansar dos días y luego continuar esforzándose aún más que antes.

Ahora era el día de descanso de Gohan, pues Milk quería que siguiera estudiando y manteniendo su educación acorde a su edad.

Así que... Goku fue a la corporación y luego de ver a Bulma y el bebé, fue a entrenar con Vegeta.

Para su mala suerte... o buena, depende de como lo quieran tomar...

—Vegeta... otra vez...

—Sí, ya lo sé. No debiste venir hoy...

Se habían estado viendo seguido, pero ya había pasado el tiempo entre su celo y volvió.

El anterior celo de Vegeta no llegó. Pero este sí.

Ahora...

Vegeta estaba en serios problemas.

Goku se veía ansioso, hasta inquieto.

—Kakaroto, es... mejor que te vayas. No quiero obligarte a nada.

—Vegeta... yo... Quiero ayudarte.

—No, tú estás casado y ella me mataría.

—No... ya no. Pasaron muchas cosas. Ahora quiero que vengas conmigo.

—No, en serio no quiero más problemas. Me dices eso porque estás conmigo.

—No, no es por eso... Yo te necesito. No iba a decírtelo aún, quería que pasáramos más tiempo juntos para hacerlo. Pero ahora tengo la oportunidad y... Vegeta, me... gusta bastante estar contigo, y yo quisiera saber si ese sentimiento es correspondido. Creo que... bueno, no, no lo creo, lo siento. Siento muchas cosas por ti.

—Kakaroto... donde sea que quieras llevarme, hazlo rápido. No soportaré mucho más tiempo.

Goku sonrió.

Así que, volando, Vegeta seguía a Goku de cerca.

Llegaron a una casa con un diseño algo antiguo. No parecía estar abandonada ni nada por el estilo, todo se veía muy limpio a decir verdad.

Entraron juntos.

El olor que emitía se hacía más intenso, haciendo que Goku empezara a tener un comportamiento extraño.

Aún estando en el pasillo, el saiyan criado en la tierra se acercó más al mayor por detrás, agachándose para poder besar su cuello, haciendo que éste jadeara.

—Vegeta...

Subió y dio besos en su mejilla. Pero Vegeta volteó su rostro para que este le besara los labios, así dando el primer piquito, luego, uno más duradero y placentero.

Al separarse, el menor le tomó la mano y lo llevó hasta la habitación en la que había estado durmiendo todas esas noches, y ahora, la compartiría con Vegeta.

Acostó al mayor en la cama y mientras se quitaba las muñequeras y las botas, Vegeta lo miraba, suspirando por lo bajo.

Los besos lo habían encendido mucho y se empezaba a desesperar.

"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora