Capítulo XXVI

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Luego de otra ducha obligatoria, Vegeta salió se la habitación un poco adolorido.

Suspiró y fue a la habitación de su hijo.

—Papá—Fue recibido por el llamado de Gogeta, que estaba parado en la cuna, agarrado de la baranda.

—Hola, pequeñito—se acerca a la cuna y lo saca de allí. Le dio un beso en su cabeza cuando este lo abrazó.

Apenas dos años, pero ya sabía decir varias cosas.

—Vamos a la cocina a preparar un desayuno para ti—Lo baja al suelo y este corre afuera de su habitación—Ten cuidado, Gogeta.

—¡Papi!

—¡Hey! Ven aquí.

Oyó la voz de Goku, al salir también, vio a su pareja con su hijo en sus brazos.

—¿Vamos a comer?

—Sí.

Miraba a Goku sonriendo.

—¿Sabes? Siempre creí que papi sería yo—Se acerca a ambos.

—Gogeta decidió—Se agacha un poco para darle un beso a Vegeta.

—Papi... hambe...

—Perdón, perdón, ahora vamos.

Vegeta le acaricia el cabello a su pequeño hijo, quien se rió al verlo y le siguió sonriendo mientras su padre caminaba con él aún en brazos.

Apoyó su mejillita a su hombro, viendo a Vegeta, que los seguía.

Los dos trataron de que a uno de ellos le dijera papi, Vegeta en secreto lo hacía al pasar mucho más tiempo con Gogeta, pero este nunca le llamó así, sino que le empezó a decir así a Goku, quien se puso muy feliz por eso.

El príncipe tuvo que resignarse a que le llamara sólo papá.

Gogeta era una de las motivaciones de ambos saiyans puros, pues al ser el más pequeño, querían que tuviera una vida normal, sin que dos androides quieran destrozar su vida y su futuro, al igual que el futuro de Trunks y Gohan.

Ellos tres merecían una vida en la que no hubiera sufrimiento.

Y sus padres harían todo lo que esté al alcance para lograrlo, darían su vida a cambio.

Goku y Vegeta estaban decididos a darlo todo.

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—Papá... nos van a alcanzar.

—No, no lo harán.

Vegeta traía a su hijo mayor en los brazos, si volaba, iba a dar su posición en un segundo, así que, corría entre los escombros de los edificios.

—Tengo miedo.

—Lo sé, pero no te preocupes, Trunks, mientras yo esté contigo no te ocurrirá nada.

El pequeño Trunks oculta su rostro en el pecho de su padre, quien seguía buscando un lugar para ocultarse y descansar un momento.

Sangre cruzaba desde su frente a su mandíbula. Había recibido una gran herida en la cabeza.

También tenía heridas en los brazos, dolían bastante, pero debía llevarse a Trunks y ponerlo a salvo, sin importar el dolor que sintiera.

Corría, aún le quedaba energía para dar pelea.

Oía como las explosiones se alejaban más y más. Eso era buena señal.

"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora