Capítulo XIX

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Vegeta estaba en casa, viendo el atardecer desde la ventana sentado en una silla. Puesto que ya no podía entrenar, teniendo ya cinco meses y medio.

Admiraba el horizonte hasta que el cielo se oscureció repentinamente.

—¿Eh?—Piensa un poco y alguien se le viene a la mente, gruñe y se pone de pie—¡¡¡Kakaroto!!!

Su voz hizo que las aves se espantaran y las paredes de la casa temblaran..

—Usando las esferas para algo tan absurdo. Es como si yo trajera a Tarble cuando él seguro está mejor lejos de mí—Volaba en dirección a donde sentía la presencia de Goku, logrando ver al enorme dragón de lejos.

Aterrizó justo cuando el dragón se despedía y desaparecía. Las siete esferas se dispersaron luego de convertirse en piedra.

—¿Se puede saber qué haces?

Goku se tensa y lentamente gira hacia él.

—Ve-Vegeta. Creí que estabas en casa.

—Sí, lo estaba hasta que vi que el cielo se oscureció de la nada y el único sospechoso eras tú. ¿Puedes decirme qué tramas realmente al traer al greñudo de vuelta? Está por debajo hasta de Yamcha seguramente.

—No tengo un gran motivo realmente.

—¿Nada? ¿Absolutamente nada?

—Bueno, un poco de compañía no nos vendría mal. Y tengo curiosidad por cosas que tú no me puedes contar.

—Información... ¿Sobre qué exactamente?

—Tú no sabes nada de mi familia, ¿no es así? Eras el príncipe y seguramente no tenías conocimiento de todo, ¿o me equivoco?

—Estás en lo correcto, exceptuando que sí sé quien era tu padre y tu hermano. Mmh...—Mira al saiyan menor—Te diré algo, haz lo que quieras, pero espero no te moleste el hecho de que Raditz no se preocupe mucho por ti.

—No, no me preocupa en lo absoluto.

—Volveré a casa. Vuelve pronto... ah, otra cosa...

—¿Sí?

—No falta mucho para que el bebé nazca. No puedes dejarme solo mucho tiempo o te las verás conmigo, ¿me escuchaste, grandísimo tonto?

—Sí, sí, no te preocupes.

—Espero que así sea.

Goku sonriendo se acerca a Vegeta, se agacha un poco y logra darle un beso en los labios.

—Te quiero.

Los latidos del príncipe se aceleraron cuando lo oyó decirle eso.

Su rostro se puso rojo y sus ojos brillaron.

Mira unos segundos hacia un costado y luego devuelve la mirada hacia Goku, quien esperaba a que dijera algo.

—Querido, yo...—Traga saliva y da una pequeña sonrisa—también te quiero.

Uno de sus únicos "te quiero". De la persona que más esperaba que lo quisiera y se lo hiciera saber.

—¿Puedo decirte algo, Vegeta?

Vegeta asiente.

—Eres muy atractivo cuando sonríes.

—¿Tú... tú crees?

—Sí. Si nos llegáramos a casar tendría al esposo más lindo que podría desear.

Vegeta se sonrojó por completo esta vez, pensando en lo que le había propuesto Goku indirectamente. Casarse.

"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora