Capítulo VII

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Pasó lo que menos quería.

Al aparecer Bulma se le alborotaron aún más las hormonas.

Tuvo que irse de la corporación los días siguientes, pues el calor no se iba y si estaba sólo, podría contenerse lo mejor posible.

Con suerte, ya acabó su calvario. Así que estaba más tranquilo respecto a su condición.

Es verdad que no estaba nada contento con todo lo que ocurrió esos días, pues la sufrió bastante, pero bueno, al menos en el peor día Bulma fue de ayuda y ya los otros estuvo un poco menos hambriento... ya saben de qué.

—¡Vegeta!

—¡¿Qu-...?! ¿Qué haces aquí?—Goku estaba frente a él.

—Bueno, supe por Bulma que has estado actuando raro y que esperaba que yo supiera de qué se trataba.

—Eh, ok... pero ¡¿Podrías quitarte de encima primero?!

Sí, había aparecido encima suyo, ya que Vegeta estaba acostado en el sofá de la sala de estar.

—Oh, lo siento—Hace lo que le pidió el príncipe.

—¿Qué te dijo exactamente?—Se sienta en el sofá.

—En realidad sólo dijo que estabas raro y que te habías ido.

—¿Y eso qué tiene de raro? Solía irme bastante.

—Bueno... puede que haya dicho que tratabas de encerrarte... y estar solo—Gira un poco su cabeza—¿Hay algo que quieras decirme?

—No. Sólo quería mi espacio.

—Sabes que... puedo olerte aún, ¿Verdad? Yo sé que me alejaste por eso, quiero saber el porqué.

—No me digas que aún... sientes el olor.

—Sí. Aunque ya no me desagrada y no hueles tan fuerte como lo hacía tu habitación.

—Son cosas que... nos pasa a la mayoría de los saiyans desde jóvenes.

—¿A qué te refieres exactamente?

—Que entré... en celo. Por eso olía así y eras el único que podía percibirlo. Es cuando un hombre saiyan tiene un apetito sexual incontrolable, pasa cada seis meses. Por eso te dije que no volvieras, porque no quería tener que... hacer nada contigo, antes muerto.

—¿Apetito sexual? Bueno, yo tengo un apetito voraz, pero no creo que sea a lo que te refieres.

—No, tonto. Me refiero a otra cosa. ¿Sabes cómo hiciste a tu hijo?

—¿Qu-...?—Se sonroja al entender eso—Sí, pero ¿Por qué me preguntas eso?

—A eso me refiero, que tienes deseos de hacer eso con el primero que se te cruce—Lo mira varios segundos, viendo que Goku había reaccionado de manera distinta al preguntarle eso. Nunca le había visto ponerse rojo de vergüenza.

—O-ok... ya entendí. Y creo que... fue lo que ocurrió conmigo. Pero sólo ocurrió una vez luego de casarme y... no volvió a pasar.

—Porque tienes pareja segura y compartes gran parte de tu tiempo con ella. Yo no. Por eso me sigue afectando.

—De paso a mí. Eh...

—Lo sentías porque eres saiyan.

—No hablo de eso...

—¿Entonces?

—Este... yo... yo quería venir a estar contigo. Por alguna razón deseaba venir hasta aquí incluso caminando. Tuve que intentar distraerme con otras cosas para no hacerlo.

Vegeta lo miró atentamente, aunque su expresión denotaba algo de preocupación por eso.

—No debería haber pasado eso... porque tienes a tu esposa.

Goku se encoge de hombros, haciéndole saber que no tenía ni idea de porqué había pasado eso.

Vegeta negó con la cabeza, estaba pensando demasiado, muchas cosas estaban en su cabeza que esta le empezaría a doler si no dejaba de preocuparse por todo ese asunto.

Él era quien debía tener las respuestas a eso, Goku prácticamente era como un terrícola y todo lo que sabía de su raza era por haberse juntado con él.

—Agh, ya estoy harto de esto. Me he estado portando como idiota estos días y quiero descansar de eso, será mejor que te vayas, si sigues conmigo vas a terminar siendo engatuzado por mi olor y yo no quiero mezclar mi clase con la tuya en un acto tan vulgar.

—¿Qué? Oye, tampoco me espantes así, tengo a mi esposa que por cierto, me debe estar esperando con el almuerzo listo. Adiós. Espero que la próxima vez que te suceda ya no me haga efecto también a mí—Desaparece de la misma forma en que llegó.

Lo había tomado a broma. Pero Vegeta tenía razón, era mejor que se vaya antes de que enloquezca.

Suspiró. Estaba cansado.

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"Insecto" 《Goku x Vegeta》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora