El Mejor Amigo de mi Hermano ~Changkyun - Monsta X ~

Están Vivos

Debí quedarme dormida esperando a mi hermano, pues los primeros rayos de sol comenzaban a asomarse por mi ventana, los pajarillos empezaron con sus cantos y hacía solo un poco de frio.

Changkyun seguía en la misma posición, pero mantenía los ojos cerrados, era tan tranquilo aún cuando dormía.

Cuando se acomodó en su lugar al cabo de unos minutos, abrió un poco los ojos.

-Despertaste. –dijo con su voz más ronca de lo habitual.

-Nos quedamos dormidos. –informé.

-¿Jooheon estará ya en casa?

-No lo sé, anoche no hicieron nada de ruido. –respondí.

-Tal vez sea mejor que revisemos. –propuso.

Asentí y salimos de la cama.

Lo primero que hice fue ir a la habitación de mi hermano, la cual estaba vacía, y era muy extraño, temía que la policía lo hubiera atrapado la noche anterior.

Bajé las escaleras corriendo para informarle a Changkyun de su ausencia pero al llegar a los últimos escalones me detuve en seco.

-¿Qué...?

Chang se llevó un dedo a la boca, indicándome que guardara silencio.

Esparcidos por el suelo de mi sala se encontraban los chicos profundamente dormidos... o al menos eso esperaba.

Tenían sangre seca en su ropa y manos, algunos moretones y también estaban completamente llenos de tierra.

Changkyun se dedicó a revisarle el pulso a cada uno.

-Están vivos. –me informó aliviado.

Y yo respiré agradecida.

Me sentí sumamente mal, ya que habían iniciado la pelea por mi culpa.

Busqué en el baño el botiquín de primeros auxilios y me senté en el suelo a lado de Wonho.

Comencé quitándole la tierra de la cara y de sus heridas visibles para evitar que se infectaran, pero al momento de poner un spray desinfectante, despertó.

-¡AY! –gritó.

Y todos los demás también despertaron.

-¿Qué ocurre? –preguntó Kihyun asustado.

-¿Qué es eso? ¡Arde como el infierno! –se quejó mirándome.

-Solo estoy limpiando tus heridas, deja de quejarte. –regañé frunciendo el ceño.

-Deja que lo haga, curar nuestras heridas es lo mínimo que puede hacer por nosotros. –bromeó Minhyuk.

Intenté sonreír pero no lo logré.

-Hey, eso fue grosero. –reprendió Hyungwon.

-Sí, no debiste decir eso. –apoyó Jooheon un tanto molesto.

-Tienen razón, lo siento Soyeon. –se disculpó.

Negué concentrada en las heridas de Wonho.

-Tienes razón... Es lo mínimo que puedo hacer por ustedes. –susurré.

Continué en silencio curando las heridas de cada uno de los chicos mientras que Changkyun les ponía algunas vendas a quienes lo necesitaban, finalmente llegué con mi hermano.

Estaba por terminar cuando me tomó de la muñeca, hice una mueca de dolor y entonces entendí por qué me dolía.

No me había percatado que tenía marcas en ambas manos, tal vez como producto del forcejeo que tuve con Taehyun.