El Mejor Amigo de mi Hermano ~Changkyun - Monsta X ~

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El equipo de soccer se veía desunido.

Un grupo de cuatro amigas se dividió en dos de dos.

Y en casa vivíamos dos completos extraños.

No sé si todos lo veían igual, o si a mas de una persona le había afectado, pero el ambiente en el colegio era demasiado tenso para mí.

Todos me observaban, murmuraban.

Como si fuera la tercera en discordia de una relación, o como si me hubiesen encontrado robando un examen.

Jooheon se la pasaba gritando tonterías cada vez que Changkyun pasaba por un lado y Minhyuk le respondía que no fuera infantil, lo cual solo aumentaba su enojo.

Los chicos dejaron de hablarme.

Shownu, Wonho y Kihyun se sentían realmente afectados por no haber sido los "elegidos" para contarles mi "secreto". Hyungwon y Minhyuk solo estaban ocupados peleando constantemente con mi hermano. Y Changkyun... creo que quería evitar más problemas de los que ya tenía con Jooheon.

Dahyun ya no era nuestra amiga.

Sejeong se encargaba de repartir su tiempo entre Dahyun y nosotras (Hayoung y yo), insistía en que debíamos arreglar las cosas, que no valía la pena perder nuestra amistad de años por una tontería así.

Yo no pensaba disculparme por nada, no había hecho nada malo, y mientras Jooheon siguiera molestando a Chang, yo no tenía por qué acercarme a ellos.

Si hubiese sabido que todo terminaría de esta manera por enamorarme del mejor amigo de mi hermano ¿Lo haría de nuevo?

Probablemente no.

¿Valía la pena?

¿Realmente valía la pena el estar todos peleados por un amor que, desde el inicio, sabíamos no tenía futuro?

-Creo que es la primera vez que te veo comer sola.

Salí de mi trance y vi a Taehyun sentado frente a mí.

Estábamos en la cafetería de la escuela y a pesar de estar tan llena de personas, me sentí sola, y el recuerdo de aquella noche comenzó a invadirme.

Recogí mis cosas lo mas rápido posible.

-Soyeon, espera. -tomó mi mano.

Y yo comencé a temblar.

-Lo siento. -me soltó al notarlo. -Yo... solo quería hablar contigo, una ultima vez. ¿Puedo?

Miré a mi alrededor en busca de ayuda.

-No intentaré nada y si lo hago, puedes gritar, hay muchas personas aquí. -insistió.

En eso tenía razón, si intentaba algo saldría corriendo y llamaría la atención de todos, no era tan tonto como para intentar algo con gente cerca.

-¿Qué es lo que quieres? -espeté.

-Pedirte perdón.

Lo miré extrañada. ¿Qué cosa dijo?

-No recuerdo bien ese día, pero sí ciertas cosas... Yo no... -suspiró. -Ni siquiera tengo excusas, podría culpar al alcohol pero tampoco es una excusa, no te merecías eso y me siento fatal.

-¿Después de tanto tiempo vienes a disculparte? -pregunté incrédula.

-Me sentí mal desde el día que recobré la conciencia, pero no me acerqué enseguida, en primera por tu hermano y sus amigos, y en segunda porque sabía que seguías muy mal, podía notarlo, así que preferí darte tu tiempo.