Reacciones inesperadas

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Capítulo 29

Mia

"Y me iré de este mundo amándote como el primer día". Sus palabras se repiten en mi cabeza una y otra vez mientras abandono el hotel como una fugitiva. Camino a grandes pasos hasta que siento que ya nadie me puede reconocer. Aunque evidentemente dudo que alguien pueda hacerlo, se nota que es un pequeño hotel de paso para seguir algún viaje.

Cuando llego a casa de Caroline mis manos comienzan a temblar. No sé que narices acabo de hacer, no sé porque me dejé llevar de esta manera, pero lo hice, y ahora siento que no hay vuelta atrás, que debo ser sincera con Blake, aún sabiendo que eso puede ser la lápida de algo que podríamos llegar a formar.

—¿Mia?— Caroline sale de un rincón del jardín y me observa preocupada.

—La he cagado pero bien— es lo único que sale de mi boca.

Mi amiga, mi hermana, mi todo, se acerca a mí sin vacilación y me abraza con fuerza, y entonces ahí me doy cuenta que comienzo a respirar. Llevaba todo el camino con esa sensación de que mi capacidad pulmonar se había visto reducida y me estaba volviendo completamente loca.

—Dime que al menos te aclaraste— dice Caroline contra mi pelo.

—La verdad es que no, no sé que cojones hice, no sé que cojones hacer, sólo no quiero cagarla ahora, y menos estando así— comienzo a decir.

Caroline se separa de mí y me observa detenidamente, sus ojos se posan en mi pequeña barriga y de nuevo en mi mirada.

—Mia, eres una mujer que sabe las decisiones que toma y porqué lo hace, ahora en tus manos tienes la última palabra, o Paul o Blake, tú decides. Ahora, yo creo que deberías de escuchar a alguien antes de decidirte.

—¿A Blake?

—Hombre, a el también, pero habla con Ian, ha sido su amigo y apoyo durante muchos años, te va a dar otra visión, y después, sólo después, habla con Blake.

**

Ian siempre ha sido un hombre callado, que intervenía poco en todo aquello que no tuviese que ver con su vida, la vida de su mujer o sus hijos. Siempre que intentaba buscar consejo en él este lo evitaba y terminaba diciendo que Caroline sabría darme una visión mejor.

Ha sido difícil, nuestra relación, durante todos estos años. Yo siempre me posicioné del lado de mi amiga cuando tenían un problema, pero el siempre supo que lo quería, y que me encantaba que formase su vida al lado de Caroline.

Cuando Paul y yo nos separamos, nuestra relación se truncó un poco, a fin de cuentas Paul era su amigo, y lo quería demasiado como para darse cuenta que realmente el lo estaba haciendo mal conmigo. Y a la par, yo no podía dejar de lamentarme y casi morirme en vida por la ausencia de este, algo que preocupaba a Caroline, y por tanto también a él, porque Caroline era todo para Ian.

Sus ojos siguen fijos en ese libro que sujeta fuertemente, ignorando por completo mi presencia en su pequeño despacho.

—Hola— digo en voz alta para captar su atención.

Ian aparta su mirada de las hojas del libro y sus ojos viajan hasta mí.

—¿Qué pasa pelirroja?

—Me acosté con él, no lo pude evitar caí, caí como una tonta y ahora mismo mi cabeza está hecha un lío.

—¿Con quién te acostaste?

—Con Paul

—Vaya— dice Ian.

Sin fecha de caducidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora