Capítulo 18
El brazo de Paul rodea mi cuerpo, el cual parece responder a cualquier tipo de contacto de este hombre, como si una parte de él formase parte de mí, un estímulo que me despierta.
Suspiro y llevo mi mano hasta mi rostro, el cual froto con vehemencia creyendo que esto tan sólo forma parte de un sueño más, que en realidad Paul en ningún momento ha llegado hasta aquí, ni me ha mirado con esos ojos que gritaban tristeza desde miles de kilómetros.
—Hacía tiempo que no dormía así de bien— dice Paul pegándose aún más a mi cuerpo.
Puedo notar su sexo, como este se endurece ante el simple roce de nuestros cuerpos, y sin poder evitarlo me siento aún peor, esto no puede estar ocurriendo, no podemos hacer como si nada, yo no puedo hacerlo.
—Deberías de irte, fue un error permitirte dormir aquí— digo mientras me incorporo y pongo distancia entre nosotros.
Sus ojos oscuros me miran con sorpresa. No tiene camiseta y su perfecto abdomen está completamente expuesto a mí. Su pelo rizado está revuelto, y por un momento me da ganas de peinárselo con mis propias manos, como hacía en el pasado.
—No fue un error Mia, lo hiciste por mi seguridad, y porque en el fondo te sigo preocupando, aunque no me lo merezca
—Ya— respondo molesta.
El me mira de nuevo y parece querer decir algo más, pero para mi sorpresa se mantiene callado y se coloca su camiseta.
—Apestas a alcohol...— digo con reproche.
—Ya bueno, necesitaba ahogar las penas en algo...
—¿No recurriste al sexo? — pregunto.
Su mirada cambia por completo, un rastro de dolor parece cruzar sus ojos, y hace que en cierto modo me arrepienta de haber dicho aquello, pero una parte de mí, mi parte orgullosa, salta de la alegría por sacar a relucir uno de sus defectos, uno de sus mayores errores.
—Quiero empezar a hacer las cosas bien Mia
—Claro, por eso te emborrachas y vienes hasta aquí, dios sabe como, y soltando gilipolleces
—Tienes razón, mejor me voy— responde frustrado.
Se incorpora rápidamente y abre la tienda de campaña, pero yo no he terminado de hablar así que salgo detrás.
Alguno de mis compañeros me miran con curiosidad al verlo y ver que yo voy detrás suya, pero sobre todo, al darse cuenta de que salimos de la misma tienda de campaña, una de ellas es Lexie, la cual sonríe de una forma que hace que se me ponga la piel de gallina, esto va a traer problemas, seguro.
—Espera— digo agarrándolo de la camiseta y tirando de él hacia una zona que no llame demasiado la atención de mis compañeros.
—¿Vas a seguir con reproches? — pregunta este molesto.
—Oh vaya, no tengo derecho a estar enfadada con el hombre que me dejó tirada, curioso, si quieres te hago cumplidos
—Mia no es eso, valoro tu sinceridad, pero también estoy cansado que sólo sepas decirme lo que hago mal, ¿es que acaso nunca hice nada bien?
FLASHBACK
Mis padres vuelven a discutir conmigo y señalar lo inútil que soy. Según ellos estoy perdiendo parte de mi vida y de mi tiempo en hacer cosas estúpidas, cuando debería estar dirigiendo su empresa, haciéndola crecer.
Paul se mantiene callado durante todo el discurso de mi padre y aprieta mi mano con fuerza, dándome ánimos, y cuando este por fin se calla, Paul decide tomar la palabra, dejándome con la boca abierta.
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Sin fecha de caducidad
RomanceLa vida de Mia nunca ha sido del todo fácil, a pesar de las comodidades de su familia. Pero que su vida no fuese fácil y acabase en un campamento militar acabó siendo una oportunidad única para conocer a sus nuevos amigos, aquellos que estarían a su...